Qué bonito es cuando tenemos dos semanas consecutivas con estrenos de cine chileno en la cartelera, si la semana anterior fue La Mentirita Blanca, hoy le toca al aplaudido documental de Maite Alberdi (La Once) llamado Los Niños.
Este documental nos muestra la realidad de adultos con Síndrome de Down, miembros de una escuela para personas con necesidades especiales, y nos relata el acontecer de sus día a día, sus anhelos, su visión de la realidad y cómo sus padres y el personal a cargo de ellos los ven como niños que sólo desean explorar el mundo.
Al hablar de documentales, muchos piensan en el típico formato de entrevista mezclada con una narrativa, como si fuera un reportaje de larga duración. En Los Niños, Maite Alberdi rompe magistralmente con esta preconcepción del formato, dándonos un documental que muy bien podría pasar por una película de ficción. Esto lo logra principalmente construyendo un relato paso por paso; una introducción del espacio y de las personas documentadas, para luego ir cada vez más profundo en los detalles de quienes son ellos, qué es lo que buscan en la vida y cómo a pesar de todo, también buscan el amor. Además, no existen entrevistas a los protagonistas de este documental, todos los diálogos se construyen en forma de conversaciones, ya sea entre ellos mismos, con sus padres o con los miembros del taller de la escuela. Esto contribuye a una mayor sensación cinematográfica de ficción, como si fuera una película más que un documental, lo cual resulta particularmente satisfactorio para uno como espectador.
Si nos detenemos a considerar la temática de este documental, cualquiera podría pensar que el tema que toca resulta conveniente a la hora de generar empatía o ablandar el corazón de la audiencia. Creo que es necesario destacar que Los Niños no juega con ese truco barato. Los Niños no ocupa la condición de sus protagonistas para aportar la emotividad, sino que hace algo más inteligente. Al mostrarnos las diferentes dimensiones de la vida de estas personas, podemos sentirnos identificados con sus anhelos y esperanzas, que son exactamente las mismas que la mayoría de la gente tiene al momento de enfrentarse a la adultez; la única diferencia, es que la mayoría de ellos ya tiene más de cuarenta años y siguen dentro de aquella burbuja, creada, supuestamente, para protegerlos.
En definitiva, Los Niños es un documental de excelente calidad, muy inteligente a la hora de contar diferentes historias y que, valiéndose de un lenguaje cinematográfico magistral, nos muestra una de las realidades más tácitas de un Chile que debe adquirir más conciencia respecto al tema retratado en esta obra.
Por José A. Pino