La película Tan inmunda y tan feliz es un encuentro cercano e íntimo con la recordada Hija de Perra, una travesti y artista performática que hoy es un ícono de la disidencia y referente del under latinoamericano.
Dirigida por Wincy Oyarce y producida por Adriana Denisse-Silva, llega a las salas nacionales a través de Miradoc el próximo 20 de julio con un fuerte apoyo del público, luego de su paso por los festivales de Valdivia, FIDOCS y Ñuble, y su reciente selección en AMOR Festival.
Posterior a su repentino deceso en 2014, el mejor amigo de Hija de Perra y director del documental, Wincy Oyarce, hace una revisión de su archivo personal y a través de múltiples registros audiovisuales inéditos muestra cómo su mejor amiga se convirtió en un personaje que incursionó en la música y el cine, escribió textos para la academia y transformó su travestismo en una acción política. Cuestionando así el género y la identidad sexual para muchos en una época donde el silencio estaba acompañado del miedo.
“Los dichos y acciones de Hija de Perra resultan sumamente inspiradores y necesarios en el contexto actual en el que vivimos, donde hay un avance de los discursos conservadores, religiosos y punitivistas contra los que justamente ella se revelaba. Creo que resulta siempre necesario recordar nuestra memoria disidente, nuestro patrimonio travesti y reconocer a quienes nos antecedieron en las luchas por nuestros derechos”, señala el cineasta, que también la dirigió en la rupturista película Empaná de Pino (2008).
El documental se centró, en una primera etapa, como señala el propio director, en desarrollar un guión que trabajó junto a la cineasta y docente Pamela Pequeño (La Hija de O'Higgins), “Fue complejo decidir cómo iba a contar la historia, desde dónde, de qué forma. Posteriormente la etapa de selección y de montaje trabajé con la asesoría de la montajista Melisa Miranda. Finalmente fueron años de trabajo cruzados también por el estallido social, por la pandemia y por el largo duelo de perder a una amiga”, profundiza el director.
En ese sentido este documental nos trae una visión adelantada a su tiempo, profunda e intensa de Hija de Perra para contagiarnos con su valentía, atrevimiento y desobediencia contra todos los paradigmas establecidos. En 87 minutos de duración, su director logra reflejar cómo la artista explora: “un montón de áreas que van desde la performance, la música, el cine, el diseño de vestuario. Fue un personaje completo, complejo, que en todo su desparpajo con su imagen provocadora y chocante, invitaba también a la reflexión y crítica social, con mucho sarcasmo, humor y con la inmundicia que la caracterizaba”, comenta su Wincy.
El público en sala podrá ver: “la historia de mi mejor amiga y el trabajo colaborativo de más de una década. Por un lado era emocionante y divertido encontrarse con todo ese material, pero también resultaba doloroso y triste en algunos momentos. De cierta forma significa también descubrir nuestra biografía, nuestra amistad y ver nuestro crecimiento artístico y personal” dice Oyarce.
Respecto al éxito previo en presentaciones y festivales durante el año pasado y su estreno para julio próximo, su director agrega: “es una película ideal para disfrutar en una sala de cine y sumergirse en el mundo de Hija de Perra, con toda su irreverencia, su arte radical y su ternura revolucionaria, que es necesario mantener viva. Yo de verdad creo que el público va a conectar y la va a disfrutar demasiado”.