Algo que nos encanta de las películas animadas, son las enseñanzas y valores que estas nos entregan. Les quiero contar que ya llegó a los principales cines del país una película animada, realizada por compañías productoras de cinco países, entre ellos Alemania y Estados Unidos. Dirigida por Reza memari y Toby Genkel (Thor: La leyenda del martillo mágico, ¡Uuups! El arca nos dejó), les hablo de: Una cigüeña en apuros, un filme que sobresale por sus emotivas observaciones acerca de la amistad y diversidad. Además de las enseñanzas sobre el sentido de pertenecía, el crecimiento y madurez.
El protagonista es Richard, un gorrión huérfano que es encontrado y adoptado por una cigüeña, a pesar de la renuencia del esposo de esta, que es el líder de la bandada, debido a que los gorriones son mal mirados por esta especie. Richard, al crecer en este grupo, cree que él también es una cigüeña, al igual que el resto de su familia y se comporta como tal.
Con la llegada del invierno, las cigüeñas se preparan para migrar de Alemania a África. Por lo tanto, su familia le explica que él no es parte del viaje y que debe quedarse, ya que al ser un gorrión, no es capaz de sobrevivir a un viaje tan largo y peligroso. Es en ese momento en que Richard deberá enfrentar la realidad o tener la perseverancia de alcanzar sus metas, lograr llegar a África y volver a estar con su familia.
Así es como comienza la gran aventura del pequeño gorrión, en donde en el trayecto conocerá a otras aves bastante peculiares, que resultan ser igual de inadaptados que él, ya que este, a pesar de que su familia le confiesa que no es una cigüeña, insiste en que si lo es pase lo que pase. Conocerá a una búho bastante entretenida que tiene un amigo imaginario que se lo inventa al toda su vida ser rechazada por los demás y luego a un periquito ególatra, que le teme a las altura y que su gran sueño es ser un famoso perico cantante.
Les seré sincera, la película tiene un guion bastante simple, tampoco hay un gran despliegue técnico. Pero el gran mérito de esta es su trasfondo, que apunta al sentido de pertenencia y a la familia. Tiene momentos muy entretenidos y originales, logrando que el filme en ningún momento decaiga y logrando emotividad en el espectador al mostrarnos lo triste que puede llegar a ser rechazado por otros, momentos duros que se compensan con los momentos de reflexión acerca de querernos y aceptarnos a nosotros mismos tal como somos.
Las aves secundarias que en un momento se sienten marginadas y el hecho de ser diferentes les resulta algo terrible, finalmente se dan cuenta que ser únicos los hace hermosos. Hay un proceso de autodescubrimiento que finalmente resulta maravilloso. Me hubiera gustado ver más reflexión de parte del ave protagonista, su viaje es entretenido, pero en más de alguna ocasión son las aves secundarias las que se roban la película y las que terminan enseñándonos más valores, cumpliendo finalmente con el objetivo de hacer reflexionar al espectador.
Una cigüeña en apuros, es una película con la cual se divertirán y los hará meditar acerca de aceptarnos tal cual como somos. Una mina de enseñanzas y valores, especialmente para los más pequeños.
Por Camila Toro F.