Acostumbrados y cansados de las obsoletas formas de las películas de miedo, con un montón de sangre, posesiones absurdas (con esas falsas pausas para el screamer) con personajes que toman decisiones que nunca tomaríamos o asesinos completamente predecibles, pensamos que el terror había muerto. O, por lo menos, que se había convertido en el hijo rechazado del suspenso. Y entonces, aparece ¿Verdad o reto?.
El film viene de los mismos productores de Feliz día de tu muerte (2017), Blumhouse Productions. Así que si disfrutaron Feliz día de tu muerte tanto como yo, entonces esta película es para ustedes (¡y si no han visto Feliz día de tu muerte, veanla! Después de ver ¿Verdad o reto?, claramente).
El rollo que se teje es bastante simple: un grupo de amigos se va a México en su Springbreak, conocen a un tipo medio freak que los lleva a una iglesia abandonada en un precipicio donde él les dice “Hey! Juguemos verdad o reto”. Ok, yo decía que no era una de esas películas con personajes de decisiones irracionales y esa parte (que es el puntapié inicial) suena un poco tonta, pero todos están tan borrachos y ávidos de diversión, que de verdad no se ve ridículo: funciona. La película entera funciona.
Carter, que es el que los lleva a la Iglesia, les adivierte: digan la verdad o morirán, hagan el reto o morirán, jueguen o morirán. Y después cuando vuelven a su facultad en Estados Unidos y empiezan a pasar cosas raras. El juego sale en todas partes y después se muere el primero y ¡chan! El juego de verdad era real y los desafíos y las preguntas van aumento su dificultad (y crueldad). Es decir, cada vez es más difícil seguir el juego hasta... bueno, te mueres.
Bueno, cuento corto, resulta que no todo era tan inocente (si es que es posible decir “inocente” a un juego que quiere matarte) como parecía: hay una red compleja detrás en el mismo Estados Unidos y después los lleva a México. Eso es básicamente y sin spoilearles nada la trama.
¿Qué es lo bacán? Que los screamers no son forzados: la tensión está muy bien manejada. Además, los personajes toman decisiones racionales en la medida de lo posible. Todo es bastante creíble. Tiene el factor teen que lo hace más relax y entretenido. Es este nuevo género del miedo que te deja divertirta a la vez que estás sumido en una historia con gente que se clava cosas en los ojos.
Para concluir, solo me queda algo que agregar. La verdad, es que lamento mucho ponerlos en esta posición, pero me parece necesario en razón de la situación y de la completa necesidade de ir a ver esta película. Necesito preguntarles... ¿Verdad o reto?
Por Adriana Villamizar
