Lo sé, puede que no suene muy tentador leer un thriller sobre madres primerizas si no eres una. Lo sé, pero no puedo mentirles sobre qué trata el libro porque es literalmente una novela acerca del misterio y la búsqueda de un hijo desaparecido y los dramas de la maternidad. Cuático.
Entonces se preguntarán, ¿hasta allá han llegado las novelas de thriller? ¿Qué sigue? ¿Los dramas de la primera mascota? Pero, ¡cuidado! No subestimen el significativo reto que significa traer un niño al mundo y lo que puede provocarle a la mente de una mujer.
Suena muy creep. Tipo “cuídense de sus mamás”, pero no. No es tanto. Se trata de un grupo de mamás en Los Ángeles, unidas por una cadena de correo muy random, llamada The Village, que tiene por objeto darles consejos a las mujeres que van a tener su primer bebé y además crean una especie de grupo de apoyo por mes: es decir, todas las que esperan tener su hijo en mayo, que es el caso de La Madre Perfecta de Aimee Molloy, reciben el nombre “Las madres de mayo”.
Total es que las Madres de Mayo se empiezan a juntar después de que nacen sus bebés para darse apoyo mutuo y conversar sobre los desafíos de la maternidad (trabajar y ser madres ejemplares, abandonar sus expectativas y sueños, no salir a eventos sociales, no consumir alcohol, no separarse de sus hijos), pasando por los dramas maritales, entre otras cosas. Y se hacen amigas porque ¿cuándo se consiguen mejores amigos que en la dificultad? Hasta que ¡chan! Se pierde Midas.
Midas es el bebé de una de las Madres de Mayo y todas sufren personalmente la pérdida porque se identifican con el dolor de la madre, que además es una de ellas. Resulta que la desaparición, por motivos que ustedes tendrán que averiguar por su cuenta, desata una avalancha mediática de cuestionamientos que ponen en jaque a las Madres de Mayo y que, además, cuestionan si estas exigencias que se hacen a las madres son realmente justas: si una madre es también mujer o si la mujer que hay en ella tiene que desaparecer y ser reemplazada por este ente al servicio del hijo.
¿Hubo algo que no me gustara del libro? Sólo que me perdí mucho en los nombres. Hay varios nombre innecesarios que uno empieza a entender como en la página 80. Así que léanla con atención. Igual y quizás así logren resolver el misterio antes que yo. Ojo que hay dos voces. No, no se equivocó la autora. Es así. Es intencional. Pero aproxímense a ella sin prejuicios y con la mirada puesta en la crítica social que subyace a la trama y en los pequeños detalles que van conformando el caso del bebé Midas y nunca subestimen a la mujer detrás del papel de madre.
Entonces se preguntarán, ¿hasta allá han llegado las novelas de thriller? ¿Qué sigue? ¿Los dramas de la primera mascota? Pero, ¡cuidado! No subestimen el significativo reto que significa traer un niño al mundo y lo que puede provocarle a la mente de una mujer.
Suena muy creep. Tipo “cuídense de sus mamás”, pero no. No es tanto. Se trata de un grupo de mamás en Los Ángeles, unidas por una cadena de correo muy random, llamada The Village, que tiene por objeto darles consejos a las mujeres que van a tener su primer bebé y además crean una especie de grupo de apoyo por mes: es decir, todas las que esperan tener su hijo en mayo, que es el caso de La Madre Perfecta de Aimee Molloy, reciben el nombre “Las madres de mayo”.
Total es que las Madres de Mayo se empiezan a juntar después de que nacen sus bebés para darse apoyo mutuo y conversar sobre los desafíos de la maternidad (trabajar y ser madres ejemplares, abandonar sus expectativas y sueños, no salir a eventos sociales, no consumir alcohol, no separarse de sus hijos), pasando por los dramas maritales, entre otras cosas. Y se hacen amigas porque ¿cuándo se consiguen mejores amigos que en la dificultad? Hasta que ¡chan! Se pierde Midas.
Midas es el bebé de una de las Madres de Mayo y todas sufren personalmente la pérdida porque se identifican con el dolor de la madre, que además es una de ellas. Resulta que la desaparición, por motivos que ustedes tendrán que averiguar por su cuenta, desata una avalancha mediática de cuestionamientos que ponen en jaque a las Madres de Mayo y que, además, cuestionan si estas exigencias que se hacen a las madres son realmente justas: si una madre es también mujer o si la mujer que hay en ella tiene que desaparecer y ser reemplazada por este ente al servicio del hijo.
¿Hubo algo que no me gustara del libro? Sólo que me perdí mucho en los nombres. Hay varios nombre innecesarios que uno empieza a entender como en la página 80. Así que léanla con atención. Igual y quizás así logren resolver el misterio antes que yo. Ojo que hay dos voces. No, no se equivocó la autora. Es así. Es intencional. Pero aproxímense a ella sin prejuicios y con la mirada puesta en la crítica social que subyace a la trama y en los pequeños detalles que van conformando el caso del bebé Midas y nunca subestimen a la mujer detrás del papel de madre.
Por Adriana Villamizar