Esta semana se estrenó en los cines de nuestro país la película animada Tadeo, El explorador Perdido 2: El secreto del Rey Midas. La cinta de origen español está dirigida por Enrique Gato y David Alonso, y el elenco que presta sus voces a los protagonistas está compuesto por: Pepe Toño Macias, Adrián Uribe, Lourdes Arruti, Dan Osorio y Alondra Hidalgo. Esta segunda entrega de Tadeo, El Explorador Perdido sigue la misma línea que la primera película, en ella encontrarán mucha aventura, acción y también humor. Esta es una película que consigue captar la atención de los niños y niñas... y ¿por qué no? también de los más adultos.
Sara Lavroff descubre una de las tres piezas de oro del collar del Rey Midas, confirmando con esto la existencia del monarca que convertía lo que tocaba en oro puro, Tadeo viaja a Las Vegas para acompañar a Sara en la exposición en la que mostrará su hallazgo.
El feliz encuentro entre Tadeo y Sara se ve interrumpido cuando el malvado Jack Rackham y sus secuaces roban la pieza y secuestran a la joven arqueóloga, sabiendo que quien consiga reunir nuevamente las tres piezas del collar, adquirirá el poder de Midas y, por tanto, riqueza infinita.
Tadeo, junto a sus amigos: la Momia, el loro Belzoni, su perro Jeff y los nuevos personajes que se suman a esta aventura, tendrá que hacer uso de todo su ingenio y viajar por todo el mundo, recorriendo España, Grecia y Turquía, con el fin de rescatar a Sara y arruinar los planes del malvado Rackham.
La película es entretenida, como les comenté anteriormente tiene aventura, acción y mucho humor. Sin duda estamos frente a un panorama imperdible para llevar a los niños y niñas estas vacaciones de verano. La historia es interesante, tiene buen ritmo y el encanto de los personajes consigue traspasar la pantalla. Me reí mucho con La Momia, quien es la encargada de ponerle diversión al drama que vive Tadeo intentando salvar a su adorada Sara. Además, aprovecho de invitarlos a escuchar el tema central de la película Todo es posible, interpretado por David Bisbal y Tini Stoessel.
Por Gustavo Hernández