Los cuentos, aunque suelen ser breves, tienen cierta magia que logra dejar una que otra huella en el lector al encontrar en ellos fantasía, drama, romance, entre otros, además de dejarnos una que otra enseñanza y ¿qué mejor que tener en un solo libro varios cuentos? En sus librerías favoritas ya pueden encontrar Los huesos y otros cuentos, una antología en donde podrán encontrar los once cuentos ganadores del Concurso de cuentos Paula, el cual hace ya casi cincuenta años viene dándole a autores chilenos la posibilidad de hacer públicas sus creaciones. Este año el jurado estuvo compuesto por Nona Fernández, Paulina Flores y Samanta Schewblin, quienes seleccionaron a los finalistas que se presentan en la publicación.
El primer lugar lo obtuvo Macarena Araya Lira con su cuento: Los huesos, en donde una chica nos cuenta como después de un gran terremoto ocurrido en Chile, debe junto con su madre, cargar con los huesos de su abuela al verse destruido el cementerio en donde había sido sepultada. El segundo lugar lo obtuvo Gloria Pedraza del Portillo con su cuento Manos de ángel, en donde una muchacha que es llamada por muchos “animalista”, tiene una particular forma de otorgarles una nueva vida a los animales indefensos que llegan a sus manos. Luego siguen los nueve cuentos restantes de los demás finalistas: Las últimas décadas del verano de Monica Drouilly Hurtado, Grigri de Larissa Contreras, Zorros albinos de Ivo Dragojevic, Animales muertos de Gonzalo Ortega, El ficus de Carlos Crisóstomo, Una condena de Nicolás Sepúlveda, Siete Días de Armando Rosselot, Matar al padre de Eliah Germani y La Mimi de Tatiana Larredonda, que tienen como cualidad, al igual que el primer y segundo lugar, tener ese toque de chilenismo que hace que el lector chileno sienta como si un amigo estuviera contando una interesante historia pero que a la vez tiene la cualidad de ser también cuentos de lectura universal, que cualquiera podría entender y seguirle el ritmo sin ningún problema.
En el reverso del libro, como sinopsis podemos leer: “Esta es una antología que podría leerse como una luminosa paleta de colores con sus tonos policiales, amorosos, políticos, nostálgicos, absurdos y fantásticos, pero también hay algo que la hace única. Y es que, más allá de las edades o trayectorias de sus autores y quizá por eso mismo, todavía se animan a todo.”
Esto es totalmente cierto, cada cuento es diferente, por lo que el lector se encuentra con una gran variedad de contenido y que al ser autores de diferentes edades y trayectorias resulta aún más entretenido pasar de un cuento a otro al no saber con que te encontrarás. Personalmente, hubieron cuentos que me gustaron más que otros, pero cada uno de ellos, al terminarlos, me dejó pensando en sus desenlaces. Cuentos ágiles, algunos más livianos que otros pero que cada uno de ellos logra enganchar desde el comienzo.
Podría contarles de que tratan los cuentos de los finalistas, pero al ser narraciones tan breves arruinaría el suspenso y la emoción, así que los invito a darle oportunidad a la literatura chilena y de paso entretenerse por un buen rato.
Por Camila Toro F.
