Por fin ha llegado a nuestras salas la esperada biopic de Freddie Mercury y Queen. Y aunque a pesar de los comentarios mixtos que ha tenido, hay muchas razones por las que es una película que debes ver.
Primero, y de seguro la más importante, el trabajo de Rami Malek a la hora de ponerse en la piel del legendario Freddie. Su trabajo es impecable, y la razón radica principalmente en que no intenta calcar el personaje, sino que más bien Malek asimila los aspectos más relevantes de su historia, personalidad y movimientos, y termina por hacerlos suyo, lo cual da un resultado sencillamente magistral (¿Aló, Oscars?).
Segundo, los momentos más importantes de la película están en general bien logrados. Cuando hay que reír, reímos; cuando hay que emocionarse, nos emocionamos (algunos quizá hasta las lágrimas). Y aún si esta es en efecto una película biográfica genérica, sin demasiada complejidad y con varios momentos débiles, el filme en sí es un espectáculo y una celebración a la carrera de Queen. ¿Quién podría no disfrutar algo así?
Si hay algo que lamentar de esta película, es el hecho de que sólo llega a rascar la superficie de una historia que, como muchos sabemos, tiene muchas más riquezas que la mera creación de los hits de Queen y el pequeño vistazo a la vida de Freddie Mercury no como frontman, sino como persona.
Así y todo, Bohemian Rhapsody es una película que, con fallas y todo, será imposible no disfrutar seas o no fanático de Queen.
Por José A. Pino