Fausto Brizzi dirige esta comedia italiana estrenada originalmente el año pasado. Nos narra distintas historias, tal como la de Diego, un DJ radiofónico ególatra quien pierde su empleo por culpa de un chico más joven. O Ángela, quien comienza a acostarse con el hijo de su mejor amiga sin saberlo. También está Giorgio, un cincuentón que comienza a engañar a su joven mujer por una de su misma edad, y además tenemos a Franco, quien quiere seguir su pasión por el deporte pese a los problemas que le atrae su edad y sumando a una mala relación con el sedentario novio de su hija.
Las historias se relacionan en alguna medida, donde el título de la película es el denominador común, pero verdadero énfasis se pone en la generación de humor. El carisma de algunos de sus protagonistas ayuda a que la película entretenga, hay buenos momentos y quizás más de alguna risa. No es algo que funcione siempre, de hecho, en algunos casos se generan situaciones demasiado obvias como para que el absurdo despierte algún valor, pero el relato se deja ver, no se alarga demasiado y es estructurado con el fin de mantenerse en lo convencional, en lo burdo, pero sin abusar del sexismo, o al menos no desde lo explícito.
Si eso es un problema dependerá de las expectativas de cada uno, pero no se puede negar que, como comedia, entrega lo que promete. Por siempre jóvenes ya es exhibida desde esta semana en las principales cadenas de nuestro país.
Por Andrés Leiva