Una de las grandes cualidades que tiene el cine, es la capacidad de hacernos conectar con nuestras propias emociones; a veces incluso con las de los demás. Esto se aplica principalmente con aquellas películas que se basan en catastróficos hechos reales, ya sean desastres naturales, guerras o atentados, ya que nuestro sentido de la empatía funciona aún más cuando entendemos que lo que estamos viendo en la pantalla sucedió (en mayor o menor medida) en la vida real. En este contexto, la reseña de hoy es para Día del Atentado, que llega a nuestras salas este jueves y que además cuenta con un reparto lleno de estrellas como: Mark Wahlberg, Kevin Bacon, J.K. Simmons, John Goodman y Michelle Monaghan.
Día del Atentado nos muestra al ficticio sargento de policía de Boston, Tommy Saunders (Wahlberg), quien vive en carne propia el ataque con bombas de la maratón de Boston del año 2013. La película también nos muestra los sucesos desde los ojos de diversos personajes que se vieron involucrados en los hechos, hasta el día de la captura de los dos terroristas responsables.
Un detalle importante de Día del Atentado es cómo se nos cuenta una historia que la mayoría de nosotros ya conoce. En este sentido, el guion apuesta por mostrarnos la historia contada a través de diversos personajes que en la vida real se vieron involucrados, ya sean víctimas, agentes del gobierno, o policías que ayudaron a la captura de los culpables. Este tipo de apuesta suele ser arriesgada, pero, a grandes rasgos, funciona bien dentro de la película, principalmente porque se logra dosificar correctamente el tiempo de pantalla para cada personaje. Junto a esto, la película nos sumerge en los acontecimientos muy desde el inicio y con un ritmo frenético que solo se detiene en los últimos minutos del filme.
Con un reparto lleno de grandes estrellas, difícilmente podría decir algo malo del trabajo de su elenco, incluso me llevé la sorpresa de que Mark Wahlberg lo hizo considerablemente bien para ser un papel dramático.
El mayor problema que uno podría tener con esta película, es su excesiva duración (133 minutos). Esto más que nada porque los momentos finales se ven alargadados mucho más de lo necesario. Además, el hecho de que el ritmo de la historia baje tan abruptamente hace que esos momentos se nos hagan más tediosos de lo normal.
A fin de cuentas, Día del Atentado es una película recomendable, que apela a las emociones más humanas dentro de sus espectadores, que nos muestra sucesos reales contados de una manera muy dinámica y que se robará tu atención hasta los últimos momentos.
Por José A. Pino