Como habrán podido ver en diversos portales de internet y sitios de noticias, la miniserie de HBO, Chernobyl, se ha transformado en un fenómeno desde su estreno. Muchos atribuyen su éxito a que los viudos de Game of Thrones quedaron con gusto a poco en la última temporada y buscaron refugio en la miniserie, pero yo creo que va más allá de eso.
Primero, Chernobyl creada por Craig Mazin tiene un reparto destacado. Con Jared Harris (The Crown), Stellan Skasgard (Mama mia! Here we go again) y Emily Watson (The Happy Prince), se forma un elenco de reconocidos actores ingleses que interpretan a los personajes principales con más evolución dentro de la miniserie.
En segundo lugar, cuenta lo que sucedió detrás de uno de los accidentes nucleares más graves ocurridos en la historia mundial, lo que por morbo o curiosidad histórica, engancha a la audiencia. Sobre todo si perpetúa la rivalidad entre países como Estados Unidos y Rusia, revelando “secretos” del periodo de la Guerra Fría.
En un tercer punto, podemos destacar también la producción de la serie, desde el guión hasta los efectos especiales. En ella podemos ver una ardua investigación de documentación, libros de carácter periodístico como el de Svetlana Aleksiévich “Las voces de Chernóbyl” en el cual vemos la historia de Lyudmilla Ignatenko (Jessie Buckley), que se replica en la serie, y el conocimiento de carácter científico sumado a la historia. Además de las decisiones de producción sobre los personajes: que no tuvieran acento ruso, que el maquillaje no fuera como en las películas de terror y que algunos encarnan a un poder político o a grupos de científicos. Todos estos factores hacen de esta miniserie una producción más fiel a la cruda realidad.
Podría seguir enumerando, pero lo importante es dejar de pensar que Chernobyl es “el clavo que saca a otro clavo” y tomarla por lo que realmente es: una miniserie de gran calidad, de alto impacto y que responde a la necesidad de buscar respuestas sobre acontecimientos atroces de nuestra historia. Así que si no la ha visto, le recomiendo verla. Si no ¿cómo va a ver después la versión Rusa?
Por Belén Riquelme