Es bien sabido que los libros de fantasía son capaces de transportarnos a lugares realmente increíbles, conocer a personajes fuera de lo común y engancharnos con sus tramas que en muchas ocasiones resultan ser adictivas. Hoy les traigo una reseña de un libro muy especial, ya que la historia transcurre en Chile, pero en un Chile mágico y medieval cargado de aventura, se trata de El mendigo de Karmaf, novela fantástica parte de la saga de Ameraz de la escritora chilena Yamila Huerta Serrano.
La primera versión de esta novela resultó ganadora del premio “Mejor novela inédita” de los Juegos literarios Gabriela Mistral en el año 2000. Novela original de la cual se desprende su precuela en la historieta “Diario de un Trovador” (2015). A la actual versión, la autora agregó nuevos detalles, lo que hace que esta novela sea aún más interesante y entretenida.
En cuanto a la trama, esta se centra en Camila quien en extrañas circunstancias es trasladada a un mundo mágico, oculto en las lejanas tierras del Sur de Chile, hasta una ciudad llamada Karmaf ubicada a orillas del lago Riñihue. En esta ciudad conocerá a Jordan, el Trovador, quien guarda muchos secretos de la verdadera identidad de los visitantes, quienes son parte de un grupo de almas reencarnadas llamado Los Guardianes, y que deberán enfrentarse a un enemigo que se esconde en las sombras esperando apoderarse de la llave de los mundos, un objeto sagrado del que depende la existencia de todas las almas. Camila es una encarnación de la guardiana de la llave, cosa que en un comienzo ni siquiera se imagina, las cosas se ponen aún más interesantes cuando Camila se da cuenta que Gabriel, un antiguo amor, también se encuentra en este Chile paralelo y es conocido como el Caballero del amanecer, quien resultará ser la actual alma compañera de la guardiana y rival de Jordan, el Trovador, quien fuera el antiguo alma compañera de la guardiana.
La trama es realmente entretenida, engancha de principio a fin al mostrarnos un Chile paralelo en donde la autora con su increíble pluma y rápida prosa entrelaza a la perfección la mitología chilena con rasgos del medioevo. A lo largo de la historia se encontrarán con intriga, amor, muchas emociones, cultura, seres fantásticos y hasta un nuevo lenguaje, pero sobre todo con personajes increíbles, cada uno de ellos con una personalidad única, provocando en el lector que los odies o los ames.
La protagonista es maravillosa, es fácil sentirse identificada con ella al ser una chica normal que usa nuestros modismos, está estresada como muchos trabajadores hoy en día y de la nada se ve transportada a otra época sin entender absolutamente nada. El antagonista, el
Obispo de Karmaf, logra hasta ponerte nervioso al saber que en cualquier momento puede apoderarse de la llave al ser
Camila una chica vulnerable en este nuevo mundo.
El libro nos entrega una lectura muy amena, que a medida que avanza se irán encontrando con hermosas ilustraciones, este detalle me gustó mucho, si ya con la sola pluma de la autora era posible imaginar un Chile fantástico, con las ilustraciones todo se vuelve mucho más creíble, el lector logra transportarse de época, viajar y conocer un lugar por completo mágico, en definitiva, una narración mágica con increíbles ilustraciones.
Personalmente el libro me encantó, me hizo olvidar que estaba en el sillón de mi casa para hacerme sentir que estaba viviendo una aventura junto a la protagonista. En cuanto al final, me quedé con ganas de más, no es un final por completo cerrado así que espero volver a reencontrarme con estos increíbles personajes. Hay que darle oportunidad a la literatura chilena, puede llegar a sorprendernos gratamente y si son de esos lectores que les encantan las historias fantásticas, esta novela de seguro les encantara.
Por Camila Toro F.