Sí, queridos lectores, las comedias no se cansan de hablar de sexo adolescente en pleno SXXI: American Pie (1999-2012), Superbad (2007), Easy A (2010) y Neighbors (2014) por dar algunos ejemplos. El argumento es más o menos siempre el mismo: Adolescentes bien horny con ganas de iniciarse en el prohibido mundo de los adultos a través de relaciones sexuales poco significativas en el muy cómodo contexto del Higschool. Y claro, siempre está la llamado prom (que para nosotros se llama “fiesta de cuarto medio”) que marca algo así como un antes y un después. Un ritual.
Bueno, acá la historia es así: tres guapitas niñas que son amigas desde muy chiquititas van a salir del colegio y una, que tiene un pololo hace algunos meses, decide que quiere empezarse en las artes amatorias. Y las amigas deciden que sí, bacán, démosle porque ¿qué une más una amistad que haber perdido la virginidad el mismo día (con personas distintas y en habitaciones distintas, claro)? Pero los papás se enteran (porque Whatsapp web it’s a thing) y quieren detener este proceso acelerado de adultez. En inglés la película se llama “Blockers” por “cock-blockers” (y no precisamente por los “bloquear gallos”). Todo lo anterior con un mega plus: IT’S JOHN CENA!
¡Sí! ¡JOHN CENA! Cena es uno de los padres, un gigante entrenador muy sensible, que se une a esta cruzada (de una mamá soltera, un papá divorciado y JOHN CENA) para evitar que las niñas cometan un grave error. En el camino querrán pretender ser muy millenials y cometerán varias estupideces. Así como (¡Alerta Spoiler inofensivo!) que intentan tomar cerveza por el trasero.
La gracia de la película (además de JOHN CENA) es que detrás de todos los clichés, la trama simple y la comedia fácil (sí, me reí. Es graciosa) tiene la intención de empoderar a las mujeres y desbaratar la santificación de la virginidad. Presentan la dualidad de mujeres fuertes y seguras; una perspectiva feminista sutil, pero necesaria que “complejiza” la trama y que ayuda a llegar al desenlace. Lo mismo con la homosexualidad.
¿Cuento corto? La comedia es ligerita, es graciosa, a veces no tan rápida, pero bueno. Se le perdonan las pequeñas fallas porque IT’S JOHN CENA y le dan un giro diferente a lo típico de su género. Buena para el cine, buena para la tele. Con bastante contenido de sexo y drogas (pero poco rock and roll).
Por Adriana Villamizar