Netflix trae una miniserie (que es como decir una serie, pero sin la terrible sensación de que al final de temporada te vas a quedar con las ganas de saber qué onda) de muerte, abuso y locura ambientada en los 1800: Alias Grace. Cuenta la historia de una –aparentemente- dulce criada que fue cómplice en el asesinato de sus patrones, pero que debido a sus cortos dieciséis años y la ayuda de algunos que le creyeron, ha logrado librarse de la horca. A casi diez años de su encierro, el doctor Jordan (el guapo Edward Holcroft) llega para intentar ayudar con su indulto.
Resulta que Grace (llevada a la vida por la hermosísima y gran actriz, Sarah Grandon) no recuerda casi nada de lo que ocurrió el día del asesinato. Es probable, creen algunos, que haya sido utilizada o bien, creen otros, que esté loca. El doctor Jordan es el encargado de desentrañar ese misterio.
La miniserie parte y se desarrolla de manera emocionante, intercalando recuerdos con el presente en las sesiones del psicólogo, e incluso algunos delirios del mismo doctor. Tiene un poco de fantasmas, un poco de gore, bastante de thriller psicológico. No dejas nunca de preguntarte si Grace está mintiendo… y esa es toda la idea de la miniserie.
También toca temas importantes como el abuso- sexual, físico, psicológico y económico- al que estaban sometidas las mujeres de la época (y con el que muchas veces es posible realizar un triste paralelo). Por lo que no deja de ser actual en su manera de manejar la trama.
El final –y es apenas justo decirlo- es medio complejo. Por lo que quizás sea necesario verla un par de veces para darle un sentido a los últimos eventos. Aún así y aunque no tengan tiempo para reflexionar sobre qué pasó, es un viaje divertido y una hermosa puesta en escena. Además, tiene solo siete capítulos. Es decir, una sola tarde: una buena mini serie. Cabe destacar que Alias Grace está basada en la novela, del mismo nombre, de la escritora Margaret Atwood, quien también publicó El cuanto de la criada, la cual también inspiró una serie de televisión.
Por Adriana Villamizar