Hace dos años Natalia Silva bajo el seudónimo de Natichuleta publicó un libro infantil que hablaba sobre el abuso sexual en menores de edad. Con ello revolucionó la historieta y los medios de comunicación. En No abuses de este libro se narra la historia de Tina, una niña abusada por su padrastro. Su autora en entrevistas ha dicho que decidió escribir esta historia en base a su propia experiencia de haber sido abusada cuando era pequeña.
En esta ocasión les hablaremos de la nueva obra de Natichuleta, lanzada en enero de este año. ¿Su nombre? Mili la millennial. En esta ocasión veremos a un personaje que se describe como disperso, irónico, procrastinador, adicto a las series entre otras características; es decir, un millennial cualquiera.
Dividido en diferentes secciones como Amor, Pequeños terrores modernos, Infancia en 1990 entre otras, Natichuleta realiza un ejercicio introspectivo en caracterizar a una generación que reniega de sí misma. Cuantas veces hemos escuchado decir a un millennial negar que lo es o hasta reírse de quienes se sienten identificados con esa especie.
La ilustradora utiliza su característico humor para reírse de sí misma. Además de hacer hincapié en cómo el tiempo y las personas han configurado esta nueva forma de vivir y expresarse. Sin olvidar el amor propio y la mirada crítica hacia comportamientos y comentarios machistas. Cabe mencionar que también fue la persona que ilustró a Lulú quiere ser presidenta de las autoras Josefa Araos y June García; un libro infantil y feminista.
Un elemento presente en toda la novela gráfica es la cultura pop. Creo que hubiese sido imposible -o difícil- realizar este libro para alguien que no hubiese nacido en los 90’. La cultura pop no se compone solo de las obras audiovisuales que marcaron a una generación, si no de un imaginario popular que conforma un credo. Las personas impregnadas de esta cultura pop son gracias al hecho de crecer bajo las mismas circunstancias temporales y sociales.
Mili la millennial es una persona que todos conocemos. Tal como afirma Alberto Montt en la contraportada del libro, es una guía de reconocimiento y supervivencia. Porque no hay mayor gusto que sentirse comprendido y divertido a través de las viñetas de la gran Natichuleta. Una millennial más.
Por Constanza Lobos
