Todo es perfecto con Mila Kunis. Quizás más si le sumas a Ashton Kutchner, pero con Mila everything is ok. Incluso esta película de espías que, en el fondo, no es nada muy distinto a “Espías” de Melissa McCarthy, pero que resulta divertida y rápida. Una comedia buena para pasar una linda tarde de casi-primavera, más cercana a los asados, choripanes y terremotos.
El título lo dice todo. El ex de Mila es un espía. Sí, uno bien cliché que explota cosas en Rusia (u otro país oriental) y mata gente con disparos desde ángulos muy imposibles. También es guapo. Varonilmente guapo. Un 007, pero perturbador. Y es su ex porque terminó con ella antes de ir a una súper misión secreta de la que ella no podía enterarse.
Y después Audrey (Mila) se da cuenta (porque casi la matan) de todo esta historia, al mismo tiempo que descubre que tiene algo muy valioso para los que persiguen a su ex, espía, James Bond. Tiene una sola misión ahora: ir a dejárselo a un tal Berne en Viena. Ella, una cajera random (pero muy guapa) de una ciudad estadounidense. Ok ¿por qué no?
Como lo cool está a cargo de Audrey, la comedia está en manos de Morgan (Kate McKinnon): su amiga muy awkward, pero que la quiere mucho mucho y la protege a la vez que se manda muchos pastelazos. Es como la versión Live action de Dory de Buscando a Nemo. Más o menos. Y Audrey (Mila, chiquillos, Mila) es como el papá de Nemo. No sé quién sería Nemo.
En fin, estando en Viena todo sale pésimo (como era de esperar), por lo que las dos amigas terminan metidas en una red de espionaje internacional con la CÍA entre medio y un detective muy guapo, de pasadita. La película es particularmente graciosa, a pesar de que la historia de fondo no tiene nada fuera de lo común. Uno sabe qué sigue, pero ¿qué importa? Es divertido.
Ahora, no se puede negar que el final tiene su plot twist. ¡Ah! Los dejé colgados ahora. Sí, un plot twist. Pueden pasar toda la película pensando cuál es, pero ¡no lo hagan! Porque se van a perder comentarios ridículamente chistosos, conversaciones incómodamente reales y, por supuesto, disfrutar a la maravillosa Mila Kunis.
Por Adriana Villamizar