Tras el fallecimiento de su hermana, Frank (Chris Evans) se hace cargo de la crianza de su sobrina, Mary Adler (Mckenna Grace), quien resulta ser una genio para las matemáticas: su intelecto parece no conocer límites. Ante esto, aparecerá la madre de Frank, Evelyn (Lindsay Duncan), para tratar de obtener su custodia. Sin embargo, unidos en la tragedia, Frank y Mary forman una familia atípica, pero funcional.
Así se nos presenta Un don excepcional (Gifted), dirigida por el estadounidense Marc Webb (El asombroso hombre araña, 500 días con ella), película que atraviesa el drama de una familia y su superación. Es una bella producción: bien trabajada en prácticamente todos sus ámbitos, con un guión coherente, aunque predecible en algunos momentos y con elementos en la trama que apelan a lugares comunes. Esto es bueno, aunque quizás desaprovecha una oportunidad de haber hecho “algo más” para aportar originalidad.
Las actuaciones son de gran nivel. El casting lo complementan: Jenny Slate, Octavia Spencer, entre otros... Mckenna Grace es quien se roba la película, con su rol de la superdotada, Mary. Algo que me gustaría destacar, es la representación de lo humano: el conflicto entre las expectativas que se tienen en una niña con increíbles capacidades y el deseo de esta niña de ser solamente eso, una niña, que juega, disfruta y experimenta el mundo de acuerdo a su edad, sin añadirle presiones.
En resumidas cuentas, Un don excepcional (Gifted) es una película “linda”; entretenida y ágil, con un gran elenco y buenas actuaciones, con un guión poco innovador, pero que, como Frank y Mary, funciona en el todo.
Por Luis Umpierrez