Es quizás la película más esperada de todo el año, un estreno histórico de una saga que por décadas ha encantado a grandes y pequeños. Y esta vez, Star Wars: The Last Jedi encanta y emociona.
En este octavo capítulo de la gran historia de Star Wars, la Resistencia se sostiene débil frente a los avances de la Primera Orden, mientras Rey encuentra a Luke Skywalker e intenta convencerlo de ayudar a Leia y a todos los que quedan de la Resistencia.
Esta apuesta nueva de parte del director Rian Johnson (Looper, Breaking Bad) logra cumplir su propósito en unir el pasado con el presente, en miras hacia el futuro. Algo que no es sencillo de hacer. Contemplar en las dos horas y media, que dura el filme a personajes que literalmente han crecido con nosotros es realmente mágico y en suma nostálgico. Personajes como Luke y Leia, contrapuestos con Rey y Kylo, complementan un cuadro que es transversal a las generaciones que han seguido las películas de Star Wars.
La película es la consagración de los personajes que vimos en Star Wars: The Force Awakens. La actuación de Mark Hamill y John Boyega, son estelares, sin dejar de mencionar, que esta obra es un homenaje a la legendaria Carrie Fisher, que como Leia sigue encantando y vaya que se va a extrañar.
Las peleas y las escenas de acción son deslumbrantes e impactantes, es tal la magnitud del universo de Star Wars, que literalmente como espectador, uno se encuentra al borde del asiento. Este episodio aporta muy bien con una gran fotografía y cinematografía que hace años no se veía en Star Wars.
Star Wars: The Last Jedi, es la secuela que esperábamos, no hay mayor satisfacción que emocionarte con las historias que ya son conocidas y con las historias que vienen. Personajes nuevos como la Almirante Holdo o los porgs, son elementos que contribuyen en enriquecer la película.
A la vez, que Rey y Kylo Ren crecen en la pantalla y reafirman con determinación su protagonismo. Se puede presenciar cómo el título de la película influye directamente en como los Jedis son vistos y han sido vistos desde su creación, es realmente interesante ver como manejan este tópico.
La dirección en Star Wars: The Last Jedi, convence en la historia que está contando, el storytelling es bueno, aunque a veces el guion deje algunos cabos sueltos. Siempre con la esperanza de que en la tercera entrega que se viene, se puedan esclarecer dudas que van quedando. En este sentido, quizá el único problema del filme es no lograr valerse por sí mismo al 100%, considerando que su historia levanta más preguntas de las que responde. Fuera de eso, el resto está impecable.
No quedan dudas que Star Wars: The Last Jedi es una película ejemplar. Las ansías y expectativas por la siguiente rebalsan el vaso por completo. Está tan bien utilizada la cinematografía que ofrece el universo de Star Wars, que es un filme que puede verse un montón de veces y aun así disfrutarlo. El futuro de la próxima entrega que se viene es totalmente prometedor.
Por Constanza Lobos
