Pocas veces en mi vida, con la cantidad de libros que he leído, me he topado con obras que innovan y representan de la mejor manera la diversidad. ¿En qué sentido diversidad? Bueno, nuestra protagonista es muy singular, Cecilia es una niña valiente, directa, con un fuerte carácter.
De la mano de su autor, Juan Trastos, puede que nos olvidemos que es una niña por tener una tremenda personalidad que muy pocas veces en la literatura infantil hemos tenido el placer de leer. Cabe destacar que el libro es en formato cómic, lo que hace que sea muy fácil y entretenido de leer, a través de las divertidas y coloridas viñetas que nos presentan.
De la mano de su autor, Juan Trastos, puede que nos olvidemos que es una niña por tener una tremenda personalidad que muy pocas veces en la literatura infantil hemos tenido el placer de leer. Cabe destacar que el libro es en formato cómic, lo que hace que sea muy fácil y entretenido de leer, a través de las divertidas y coloridas viñetas que nos presentan.
A Cecilia la acompaña su hada madrina, que desde un comienzo es totalmente diferente a lo que las películas de Disney nos han hecho creer. Con solo decir que es un hombre, que no le gusta el rosado y tampoco sus alas de mariposa, es suficiente para hacernos una idea de cómo esta historia peculiar nos sorprende desde los detalles más pequeños.
Todos hemos sido niños, todos fuimos traviesos y más de alguno quiso tener a un hada madrina, o en este caso un hado madrino, que nos acompañara en nuestras travesuras. Cecilia, tiene una lucha propia, defender lo que es justo. Aunque a veces, sus enojos la manden a la oficina del inspector de su colegio y esto contribuya a su odio por el colegio. Dando como resultado maniobras muy entretenidas para “pasarlo” bien.
Durante toda la historia, vemos la vida de Cecilia, a su papá y mamá, y claro, su hada madrina. Una historia con varias referencias a la música y al cine, con un gran humor rápido y ligero que más de alguna risa les va a sacar. Se los aseguro.
El momento en que recordamos que Cecilia es una niña, somos testigos de la vulnerabilidad y la fuerza del amor que ella tiene. Y es ahí, donde quizás se les apriete el corazón y terminen más humanos de lo que eran al comenzar el libro.
Es por ello, que es un excelente libro para leer en compañía, ya que todos en algún momento fuimos Cecilia y nos convertimos en hadas sin darnos cuenta.
Por Constanza Lobos