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1/07/14

Entrevista a Paula Rivera (Autora de La niña que salió en busca del mar)

A continuación les presentamos la entrevista que le hicimos a Paula Rivera, autora de la novela de fantasía "La niña que salió en busca del mar". Cabe destacar que Paula es editora jefe de la web Fantasía Austral y una amante del género fantástico. Nos pusimos en contacto hace algunos días para hacer la entrevista y ella accedió muy amablemente. Aquí el resultado ¡No se la pierdan! #LectorasdeVerano 

Paula Rivera Donoso (Chile)

Muchas gracias a Paula por acceder a responder nuestras preguntas.
Aquí les dejamos la entrevista para que conozcan lo que nos contó. 

En pocas palabras, ¿nos puedes contar quién es Paula Rivera? 
Soy una persona para quien la Fantasía es una forma de vida, desde lo que significan para mí las principales obras literarias y autores de ese género hasta lo que la Fantasía expresa como concepto y estética: imaginación, desafío, consecuencia, aventura, esperanza y redención. 
Mi entrega hacia la Fantasía me ha hecho buscar diversas formas para hacer algo por ella y en ella, como mi rol de editora en jefe en el colectivo chileno Fantasía Austral o mi blog personal, dedicado a mis reflexiones críticas hacia esta estética. 
 Pero creo que convertirme en autora es la más importante de todas mis actividades relacionadas con la Fantasía. 

¿Cómo nace tu inquietud de comenzar a escribir? 
Cuando comencé a sentir que existían miradas, temas e historias que no encontraba en las obras literarias que conocía hasta entonces, principalmente libros incluidos en el plan lector de mi colegio. Curiosamente, este imaginario sí estaba presente en los videojuegos que más me gustaban, los RPGs clásicos. Eso me motivó, cuando tenía alrededor de catorce años, a preguntarme qué pasaría si me dedicaba a buscar libros que compartieran esta estética y si intentaba replicarla en mis propios trabajos literarios. 
Así que se podría decir que, contrario a lo que mucha gente prejuiciosa sostiene respecto a los videojuegos como enemigos de la literatura, estos no sólo me inspiraron a ser una mejor lectora, sino que también me movieron a la escritura
Por supuesto, esa literatura que presentaba un imaginario que para mí era tan importante como el de mis videojuegos favoritos resultó ser la literatura de Fantasía, desde entonces mi favorita como lectora y autora.

¿Cómo influyó tu participación en la web Fantasía Austral en el tema de escribir una novela?
En realidad, yo llevo cerca de 13 años escribiendo. Mis primeras novelas (horribles, por supuesto, como las de toda primeriza) las escribí antes de llegar a los 20.
Fantasía Austral influyó de manera distinta en mí como autora. Me pasé todos mis años universitarios de Letras Hispánicas lejos de la Fantasía, porque no conocía a nadie que le interesara y se me hacía difícil no compartir lecturas ni experiencias con alguien. Además, nadie parecía entender muy bien qué era la Fantasía. Cuando estaba a punto de egresar, descubrí el blog de un joven chileno que sí compartía la visión de la Fantasía que me interesaba. Ese joven era Javier Maldonado, futuro fundador de Fantasía Austral junto con Emilio Araya, a quien tuve oportunidad de conocer cuando el proyecto recién estaba comenzando. Con el tiempo, conocí también a Felipe Real.
Fue gracias a ellos y al proyecto en el que se convirtió Fantasía Austral en sus inicios que regresé a la Fantasía con una nueva voluntad, que creía perdida. En ese espacio logré también conocer nuevos autores y nuevas obras, y redescubrir a los que ya conocía, mejorando como lectora. En resumen, Fantasía Austral no me llevó a ser autora, sino que me hizo recordar por qué era tan entretenido e importante esforzarme por escribir una historia de Fantasía sincera, y lo necesario que es poder compartirla con otros autores y lectores que comparten tu visión ante la vida y el arte.

¿Qué significó para ti ver tu obra publicada? 
El fin de una importante etapa de formación que duró poco más de diez años, y una reafirmación de la Fantasía como lo que realmente me interesa en la escritura. Al mismo tiempo, significó un nuevo comienzo como autora, con muchos riesgos y desafíos por delante. 

¿Dónde nace "La niña que salió en busca del mar”? 
En mi corazón, como todas mis historias.

¿Qué te motivó a escribir "La niña que salió en busca del mar"? 
Inicialmente, quería expresar la esencia poética del mar en un libro álbum. Escribí entonces un texto preliminar que pretendía ser ilustrado, pero no encontré a nadie que quisiera participar del proyecto como ilustrador. Pensé en abandonar la historia, porque yo no sé dibujar, pero luego reconsideré: si la historia volvía a ser totalmente mía, ¿por qué no contarla de la forma en que mejor sabía, como una novela? Y así empecé con la reescritura, que finalmente se convirtió en una historia nueva llamada “La niña que salió en busca del mar”. 

¿Cuál fue tu principal fuente de inspiración a la hora de escribir esta novela? 
Como es una obra que cuenta la historia de la amistad entre una niña y el mar y cómo ambos se separan cuando la familia de la pequeña se muda a la capital, muchos podrían pensar que me inspiré en la costa de la Quinta Región y en mi propia experiencia de venirme a trabajar a Santiago el 2013 (soy viñamarina). Pero eso no tuvo influencia alguna en la obra: la escribí un año antes de llegar a Santiago. No me motivó el mar de Valparaíso o el de Viña ni mi relación personal con ellos, sino mi experiencia con el mar como una representación de todos los mares. Contar cómo sería el mar y cómo su amiga lograría reencontrarse con él en una historia de Fantasía: creo que eso fue lo que finalmente me inspiró a escribir esta novela. 

¿Te identificas con algún personaje de tu historia?¿Por qué? 
No completamente. Sí hay algunos rasgos de mí presentes tanto en el mar como Adriana, la protagonista, como la pasión y temeridad del mar o esa sensación constante de la niña de estar en un mundo en el que no calza y al que no pertenece.

¿Cuál es el personaje sobre el que más te gustó escribir? 
La madre de Adriana. Su proceso de creación me deparó muchísimas sorpresas a medida que la escribía y, al final, fue la que más me emocionó hacia las últimas páginas de la novela por su coraje y entrega. En mis historias casi siempre hay madres ausentes, pero la madre de Adriana es distinta: ella ha estado desde el principio con su hija.Lo maravilloso fue descubrir sobre la marcha a qué había renunciado ella por esta compañía incondicional, un secreto que es parte importante del argumento de la novela.

¿Crees que te sirvió reseñar novelas de fantasía para rescatar lo mejor de cada una y crear una propia?
No, para nada. Mis reseñas en Fantasía Austral no me han enseñado nada respecto a cómo escribir. Como te comenté, yo llevo escribiendo muchos años antes de empezar a hacer crítica literaria. Todo lo que he aprendido ha estado en mis experiencias personales de escritura y, en estos últimos años, en los comentarios y discusiones que lectores de confianza le han hecho a mis textos.
Por otra parte, cuando escribo procuro mantenerme fiel a mis temas, mi voz y mi imaginario, no al de los demás. Por supuesto, las influencias de los clásicos siempre están presentes, pero no voy conscientemente a ellos y a sus obras para extraer sus virtudes. No tendría sentido. Existen historias que sólo yo puedo contar, y eso es en lo único que pienso cuando escribo.

¿Para qué tipo de público va dirigida tu obra? 
En teoría, es una obra cuyo público objetivo está entre el límite establecido entre lo infantil y lo juvenil: desde doce años. Pero en realidad no la escribí pensando concretamente en niños o jóvenes, sino en los lectores de Fantasía y en las historias que a mí me gusta leer. Creo que los límites de edad en la literatura infantil y juvenil debieran ser sugerencias y no imposiciones. De hecho,algunos de mis autores favoritos de Fantasía son también de literatura infantil, y aun cuando he leído sus obras ya adulta, me han encantado. De todos modos, la densidad poética de la prosa y la complejidad de la decisión de Adriana quizás no sean del gusto de niños más pequeños.

¿Cuál fue tu participación en la elección de la portada del libro? 
Cuando se iba a postular la obra a los Fondos de Cultura (gracias a los cuales se publicó), la editorial me comentó que tenía alrededor de una semana para entregarles una propuesta de ilustración para la portada, o sino ellos entregarían una fotografía en su lugar. Personalmente detesto las fotografías como portadas para obras de Fantasía, porque son incoherentes con la estética de imaginación de estas historias. Así que me contacté con John Leyton, un ilustrador del que ya conocía su portafolio, quien hizo un trabajo maravilloso en muy poco tiempo. Lamentablemente, por criterios de la editorial, la ilustración original tuvo que ser recortada casi a la mitad para incluir su logo y el del Gobierno y el título mismo de la obra, que es bastante largo. 

 ¿Qué esperas que los lectores encuentren en las páginas de “La niña que salió en busca del mar? 
Una historia de Fantasía que les guste, les emocione y les haga sentir esa sensación de calidez que al menos yo siento con mis historias favoritas.

¿“La niña que salió en busca del mar” es un libro autoconclusivo o tendrá secuela? 
Cuando comencé la escritura de la obra la pensé siempre como una historia autoconclusiva. Creo que eso se ha perdido bastante en las obras de Fantasía recientes, y es un desafío interesante, porque requiere contar una buena historia en menos espacio. De hecho, “La niña que salió en busca del mar” tiene poco más de 100 páginas. No niego que Adriana pudiese aparecer en una próxima novela de mi autoría, pero por ahora estoy concentrada en otras historias. Además, el conflicto central de “La niña que salió en busca del mar” se resuelve de manera cerrada en este libro en particular. 

¿Sobre qué te gusta leer? ¿Cuáles son tus autores favoritos? 
Tanto para la Fantasía como para otras estéticas, me gustan temas como las historias de formación, la pérdida de la infancia, de la inocencia y del poder, los recuerdos de un pasado imposible de recuperar, los vínculos de amistad y hermandad, la búsqueda de un lugar propio en el mundo y la imaginación como redención, entre otros. 
En cuanto a autores, fuera de la Fantasía me gustan mucho escritores tan diversos como YukioMishima, Rabindranath Tagore, Virginia Woolf, Saki, las hermanas Brontë, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Manuel Rojas y José Donoso, en narrativa;y Jorge Teillier, Alejandra Pizarnik, César Vallejo yAntonio Machado en poesía, entre varios otros nombres que extenderían mucho la respuesta. 
En Fantasía, mis autores favoritos son ante todo los clásicos como J.R.R Tolkien, C.S Lewis, Ursula K. Le Guin, Michael Ende y RoaldDahl. He leído autores contemporáneos que he disfrutado mucho, como Orson Scott Card, Neil Gaiman o G.R.R Martin, pero la lectura de sus obras no me ha impactado mayormente.Podría resumir esa sensación diciendo que su Fantasía no ha cambiado mi vida como la de los otros autores.

¿Cómo crees que los lectores en Chile reciben las historias fantásticas?
Esa es una pregunta muy interesante y difícil de contestar, porque cada lector es distinto. Por lo que he visto, está claro que la Fantasía en Chile ha cobrado un impulso tremendo desde hace unos años. Primero, con el boom que supuso los estrenos de películas como El Señor de los Anillos y Harry Potter y el acercamiento que causó hacia las obras en las que se basaron. Luego, con el auge que comenzaron a tener las obras fantásticas escritas por autores chilenos y publicadas por editoriales del país.
Ahora, personalmente echo en falta una visión más crítica de parte de los lectores hacia la Fantasía, tanto para hacer relecturas más profundas de los clásicos como para dejar atrás el precepto de “si es chileno, es bueno” e ir más allá del “me gustó/no me gustó”. Si los lectores chilenos fueran más osados en este sentido, descubrirían, literalmente, mundos nuevos. A mí, al menos, me pasó eso cuando me atreví a ir más allá de mis lecturas adolescentes de El Señor de los Anillos, Harry Potter y Las Crónicas de Narnia. Es una experiencia increíble y a la que, como todo viaje, vale la pena entregarse.

¿Nos puedes contar sobre tus próximos proyectos? 
Soy una persona bastante reservada en ese aspecto. En realidad, siempre estoy escribiendo y pretendo seguir haciéndolo: ese es mi proyecto. Que esas historias finalmente se conviertan en libros publicados u otro tipo de ficción entregada abiertamente a un público no siempre va a depender de mí. A medida que eso vaya sucediendo, lo contaré en mi blog personal. 

¿Qué les dirías a los lectores que aún no han disfrutado de "La niña que salió en busca del mar”? 
Que se animen a conocer más sobre la obra en este enlace, que contiene diversos datos de interés, entre ellos el booktrailer. En este otro, en tanto, encontrarán un extracto de la novela. Recomendaría la lectura de “La niña que salió en busca del mar” a quien desee leer una historia de Fantasía que no tiene nada de épica y que está escrita con una prosa más centrada en los conflictos internos y en la esencia poética del mar, los recuerdos y la nostalgia antes que en la acción. Aquí no hay ejércitos, ni guerreros de espadas deslumbrantes, ni dragones, ni romances paranormales; ¡ni siquiera hay Magia! 
La historia de Adriana no es la de una niña que pretende salvar el mundo, sino la de una niña que pretende reconstruir su propio mundo luego de perder a su mejor amigo, y que luego debe decidir entre dos mundos muy distintos para cumplir su destino. 
De qué forma la Fantasía está presente en una historia como ésta es algo que el lector podrá descubrir leyendo la novela.

Booktrailer de "La niña que salió en busca del mar"


Muchas gracias a Paula. 
Espero que hayan disfrutado la entrevista. 
Hasta la próxima.

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