Otra semana de estrenos, otra reseña. Como ha sido la tónica de este primer semestre, hay más cine chileno en nuestra cartelera, y hoy jueves estrena “La Mentirita Blanca”. Película protagonizada por Rodrigo Salinas. ¿Quieres saber cómo le va al Guatón Salinas fuera de su faceta de comediante? Entonces lee con atención.
Basada en hechos reales, La Mentirita Blanca trata acerca de un empleado de un periódico perteneciente a una pequeña localidad rural del sur de Chile, que al darse cuenta de que en un pueblo chico ya casi no suceden acontecimientos dignos de publicar, comienza a realizar una serie de montajes para así publicar noticias que él y su compañero inventan, para así aumentar las ventas del periódico.
Esta película tiene muchas curiosidades; partiendo por cómo se cuenta la historia, que, al ser basada en hechos reales, mezcla el documental, con testimonios de la gente involucrada en aquellos sucesos, junto a la narrativa clásica del cine de ficción. Así y todo, no puedo decir que dicha mezcla narrativa contribuya a mejorar o empeorar la calidad de la película. Otra cosa que es digna de mencionar, es que La Mentirita Blanca va de menos a más. Los primeros minutos son las típicas presentaciones de los personajes a quienes seguiremos, donde el elemento más destacable es el personaje interpretado por Catalina Saavedra, quien es la hermana del protagonista (Salinas) y que además es mentalmente discapacitada. Por supuesto que su trabajo es impecable, como ya es costumbre. Sin embargo, en la segunda mitad, la película crece considerablemente, pues en la primera parte juega a desviar nuestra atención, haciéndonos creer que la película irá en una cierta dirección, pero para la segunda mitad, nos damos cuenta de que no era lo que esperábamos, aportando un refrescante aire de sorpresa a una película que se tornó impredecible en un abrir y cerrar de ojos. Este es por lejos el elemento más favorable de la película.
La tercera y última curiosidad, es ver a Rodrigo Salinas fuera de su usual faceta de comediante, en un rol casi serio donde pone a prueba su destreza como actor algo más dramático. Al principio pensé que sería un desastre, pero en realidad su trabajo es decente. Su personaje es creíble, logra darle algo de relieve durante el transcurso de la película, pero no logra del todo generar la empatía que se esperaba de su personaje, más aún considerando el elemento de la hermana discapacitada, que es un clásico a la hora de querer hacer más entrañable a un personaje.
En resumen, La Mentirita Blanca es una propuesta interesante, que funciona muy bien como una crítica a la manipulación de los medios y como una sátira del chile rural. Pero más allá de eso es una película con poco contenido cinematográfico y narrativo, pero que, al jugar a desviar tu atención, logra ser digna de ver en nuestros cines.
Por José A. Pino
