Un olor extraño, un paseo de curso y una realidad paralela. Así comienza la nueva serie de Netflix, The Society (La Sociedad), donde un grupo de adolescentes debe construir desde cero una comunidad, luego de descubrir que, en su pueblo, todos los demás han desaparecido.
Al principio todo es fiestas y desenfreno, pero mientras los días pasan, más es la preocupación de los sensatos del grupo. Entre ellos, está Cassandra (Rachel Keller, Fargo) la presidenta de estudiantes de la secundaria de West Ham, quien inmediatamente asume un papel de líder, cosa que no deja a todos contentos. De igual manera, ella cuenta con el apoyo de su hermana Allie (Kathryn Newton, Supernatural, Big Little Lies), su primo sordo mudo Sam (Sean Berdy, Switched at birth) y su amigo Gordie (José Julián, Murder in the Woods).
A medida que avanzan los capítulos, Cassandra gana adeptos y también enemigos, los que son capaces de cualquier cosa para mantener el estatus que tenían previo al paseo de curso. Entre ellos están su otro primo Campbell (Toby Wallace, Lucky Country) hermano de Sam y Harry (Alex Fitzalan, Slender Man) el ex niño rico, los que constantemente critican el poder de Cassandra.
La serie puede parecer en un principio otra historia sobre adolescentes y sus problemas amorosos, pero el aspecto “sobrenatural” le entrega un discurso mucho más profundo. Se trata, en palabras simples, de la construcción de una sociedad, teniendo como dificultad el periodo de la adolescencia y la soledad. Cada capítulo entrega guiños a periodos de la historia que conocemos, la conformación del orden, la definición de lo que resulta lo moralmente correcto, como todos deben trabajar para que su comunidad funcione, la fe como medida de esperanza, la democracia, el populismo, la dictadura, la fuerza militar y los golpes de estado, todo con el fin de alcanzar la felicidad y el bien común.
En términos de argumento la trama funciona, porque muestra a unos adolescentes transformándose en adultos al hacerse cargo de esta nueva realidad, además de incluir personajes que reflejan de mejor manera el mundo actual y temáticas poco tocadas en otras series. Pero en originalidad, me suena a que ya lo hemos visto. ¿Se acuerdan de Lost, esa serie donde se caía el avión y había unos pocos sobrevivientes que aprendían a convivir en una isla?, bueno, a mí me suena un poco a esa y no solo por el inicio, sino por el aspecto “sobrenatural” que comparten. Además de esta similitud, si te gusta la historia, puede que no disfrutes la serie, porque quizás adivinarás cuál es el siguiente paso dentro de una sociedad.
A pesar de esos detalles, merece la pena ser vista, ya que, en 10 episodios de casi sesenta minutos, somos capaces de ver cómo hemos evolucionado y cómo la historia se repite, por más que intentemos entregar lo mejor de nosotros.
Por Belén Riquelme