A muchos lectores nos gusta conocer nuevos mundos y otras vidas a través de grandes historias, pero más aún nos encanta transportarnos a otros lugares y aprender sobre nuevas culturas. Que los libros dejen en nosotros enseñanzas valiosas y que lleguen a nuestros corazones. Les quiero contar que ya se encuentra en las principales librerías de nuestro país Kuyën, el nuevo libro del escritor chileno Roberto Fuentes y que trae de regreso a la viajera intergaláctica que cautivó y enamoró a sus lectores con su novela Estrella.
“Küyen va a cumplir catorce años, es mapuche, no tiene hermanos y este verano está junto a su mamá cuidando la casa donde ella trabaja.
Nada parece ser muy excitante en ese barrio acomodado, hasta que Küyen conoce a Luna, una chica que no entiende el sentido de las religiones ni de los prejuicios y que, al parecer, llegó a la Tierra (y a ese sitio en particular) con una misión...”
Estrella, nuestra querida viajera intergaláctica esta vez regresa a la tierra con el nombre de Luna y con una nueva misión: acompañar a Kuyën mientras se encuentra en una complicada etapa de su adolescencia. Sus padres mantienen peleas constantes, tiene dudas acerca de la religión, está enamorada de un compañero de colegio de una clase social muy distinta a la de ella y debe soportar el bullying que sufre de parte de un chico que vive en el barrio acomodado en el cual trabaja su madre y en donde viven juntas temporalmente.
La novela me encantó, los personajes me parecieron muy bien construidos y me enganché a la historia desde la primera página. Me hizo reír y emocionarme en muchas momentos, pero lo que más me gustó fue que el autor, por medio de esta novela, nos enseña sobre la cultura Mapuche, sobre sus costumbres y tradiciones. El libro mantiene un vocablo típico chileno, pero a la vez integra palabras en mapudungún, que es el idioma mapuche, en donde tenemos que ir buscando la definición de estas palabras en el glosario de las páginas finales, lo cual hace mucho más entretenida la lectura.
Kuyën es un personaje fascinante, espiritual y de corazón noble que logra ser adorable desde el comienzo, una chica que nos hace ser conscientes de la importancia de nuestras raíces. Ella se siente orgullosa de ser Mapuche.
Luna también juega un rol importante en esta historia, al ser la compañera leal de Kuyën en todo momento, una viajera que aterriza con fuerza en el corazón del lector y que es la amiga que todos quisiéramos tener.
También nos encontramos con otros personajes, que junto con Kuyën y Luna nos mostrarán la vulnerabilidad de la adolescencia, la búsqueda constante de nuevas emociones, de experiencias nuevas y de la necesidad de pertenecer a algo. Con momentos tan significativos en la vida de una persona, como lo son, el descubrimiento del primer amor y la importancia de la amistad.
Un punto que quiero destacar es que a pesar de que esta es una segunda parte, se relaciona muy poco a la primera, por lo que, si el lector no se acordara de detalles, no se sentirá para nada perdido. Ambos libros se pueden leer perfectamente de forma independiente.
Un punto que quiero destacar es que a pesar de que esta es una segunda parte, se relaciona muy poco a la primera, por lo que, si el lector no se acordara de detalles, no se sentirá para nada perdido. Ambos libros se pueden leer perfectamente de forma independiente.
Además, me descubrí en más de una ocasión riéndome a carcajadas, emocionándome y sintiéndome completamente cautivada con la historia de esta dulce chica Mapuche y Luna, su compañera intergaláctica. Una novela entrañable que nos llama a no sentir vergüenza de ser auténticos y atrevernos a seguir nuestros sueños.
Por Camila Toro F.
