Braid o Juego perverso en Chile es la primera película de la directora y guionista, Mitzi Peirone. En ella se narra la historia de dos amigas que luego de meterse en apuros por ser narcotraficantes, deciden visitar a su amiga rica de la infancia, quien tiene problemas psiquiátricos, pero que les ofrece una gran suma de dinero si reviven un juego infantil por 48 horas.
Los primeros minutos del film son los más coherentes y por ende la pregunta ¿en qué consiste el juego? es el enganche inicial para que el espectador siga mirando, aunque, luego de eso, la atracción la provocan las escenas. Giros de cámara en 360º, saturaciones de color en lilas y rosados, simetría, tomas al revés, distintas paletas de colores con cada escena, son el mayor foco de atención y los que derivan a las escenas más sangrientas. A veces se relacionan con lo que experimentan los personajes, como la saturación de colores y el efecto de las drogas, pero en otras, simplemente es un experimento de la directora y su forma de representar.
En cuanto a las actuaciones, Madeline Brewer (Daphne) destaca por su facilidad para interpretar a una persona psicótica, capaz de lastimar a sus amigas para conseguir lo que quiere, a pesar de que su papel en Braid no está alejado de algunos anteriores como Offwarren-Janine en The Handmaid's Tale. También es considerable la actuación de Sarah Hay (Tilda), la cual sufre un giro y pasa a ser de dominada a dominante, incluso sobrepasando en el papel de la villana original a Daphne. En relación a Imogen Waterhouse (Petula), es la más versátil de las tres, interpretando varios papeles dentro del film y dando en el clavo con su proceder en el plot twist final.