Hace un año pudimos conocer a Lulú, amante de los helados, crítica de dibujos animados y la ya consagrada presidenta de su curso o ¿reina? Después de volver de vacaciones de invierno, se encontrará con que unos compañeros de curso han creado una cuenta Instagram para hacer bullying. Además, dos alumnos nuevos llegarán, ¿podrá Lulú hacer algo para todo vuelva a ser como antes?
Vamos a cambiar los patrones,
vamos a aflorar nuestros dones.
Ya no va a haber culpa o temores,
somos unidad.
Denise Rosenthal, “Encadená”
En esto capítulo de la vida de Lulú, veremos que no todo se mantiene igual como querríamos. Su mejor amiga Luna se encuentra distante, el acoso escolar aparece coincidiendo justo con la llegada de dos compañeros de curso provenientes de Perú. Tal como lo vimos en el primer libro, escrito por las autoras Josefa Araos y June García e ilustrado por Natichuleta, es literatura infantil que se necesita con urgencia en los tiempos que corren.
Es difícil hablar de bullying con nuestra familia, hijos, hermanos, amigos, etc. Porque no es un tema que se discuta a no ser que ocurra algo terrible como los suicidios que ya hemos visto este año. No deberíamos esperar a que sea noticia para poder hablarlo, por lo que Lulú dice basta es tan necesario como urgente.
Pese a centrarse en el acoso escolar, también podemos observar cómo Lulú vive sus amistades, sus errores y su relación con su familia. Es refrescante volver a leer en primera persona, ya que es más sencillo de entender desde su perspectiva que la de un adulto cualquiera. Sigue siendo un texto amigable para todas las edades, incluso cuando se hable de discriminación, racismo, clasismo y bueno, bullying.
En mi caso personal, leo varios libros de literatura infantil y luego se los presto a mis hermanos menores de 11 y 8 años. Lo hago porque es importante ver cómo ellos lo leen y entienden, obras como Lulú dice basta no se presentan siempre. Es preciso que los niños tengan acceso a este tipo de literatura, que piensen por sí mismos cosas que quizás se normalizan y que no saben cómo hablarlas.
Lulú dice basta mantiene la misma esencia del anterior, pero nos muestra a una Lulú que no solo buscaba ser presidenta, si no que ser buena amiga y compañera. Verla cómo se enfrenta a sí misma es bacán. Porque les transmite valor a los lectores, no solo para levantarse contra las injusticias, si no que para admitir los errores que uno comete. Definitivamente es una pieza literaria que se suma al legado de Tan linda y tan solita y Lulú quiere ser presidenta.
Por Constanza Lobos