Que lindo es cuando llegan a la cartelera películas, que, como si se tratara de una profecía, llegan para salvar a su género y darnos a nosotros, los espectadores, una maravillosa experiencia cinematográfica. En este sentido, el cine de terror y suspenso es el que más sufre en relación a la calidad de sus representantes. No obstante, este jueves llega a nuestras salas Huye (Get Out), película que de seguro dará que hablar debido a su original propuesta que mezcla el suspenso, el horror, e incluso la sátira.
Tal vez te preguntes por qué incluí a Hitchcock en el título de esta reseña. Muy simple, Alfred Hitchcock era conocido como el “maestro del suspenso”, y Huye (Get Out) es una clase magistral de suspenso que nos recuerda a lo mejor del género, con una historia original y fresca, un excelente manejo del tiempo y un fenomenal uso del lenguaje cinematográfico que logra decirnos muchísimo más que el mismo diálogo.
A grandes rasgos, la película tiene la gracia de crear un ambiente propiamente tenso poniendo al espectador en una situación que de por sí ya es inquietante –la primera vez que conoces a los suegros– , valiéndose además de la propia experiencia de la audiencia, pues muchos han pasado por esa situación, y al mismo tiempo jugando con esa misma tensión, añadiendo elementos cómicos entre medio, que así y todo no logran romper la atmósfera de aquellas escenas. Otro gran elemento en la historia es la constante crítica a la sociedad actual. Valiéndose de la característica de que el protagonista es negro y la familia de su novia son blancos acaudalados, el elemento racial siempre está presente, pero no de una forma que resulta ser invasiva y que nos lleva a decir “bueno, ya es suficiente”, sino que se presenta sutilmente en situaciones donde la envidia y los celos se disfrazan de cumplidos y halagos; en pocas palabras, situaciones que son transversales al racismo y pueden ser aplicadas a muchos aspectos de nuestra sociedad actual.
Algo que le falta a la mayoría de las películas de terror y suspenso de hoy en día, es no depender de los llamados “Jump Scares”, esos típicos sustos que salen de la nada y acompañados de un ruido tremendo que más que terror genuino, son como el susto a que reviente un globo cerca de uno. Huye (Get Out) logra un suspenso verdadero usando las herramientas clásicas, un buen escenario y una tensión construida con anterioridad.
Los dejaré con estos pensamientos finales. Huye (Get Out) es un nuevo estándar para el cine de suspenso. Quizá no sea de esas películas que infundan un profundo miedo en los espectadores, pues ese no es su propósito. Aun así, la mejor razón que tengo para que vayas a verla, es la originalidad de su historia y de la forma en que deciden contárnosla, con una genial introspección en el narcisismo de la sociedad actual y la inquietud que producen naturalmente las situaciones retratadas.
Por José A. Pino