No es novedad que Netflix adquiera los derechos de famosos y por lo general buenos animes para hacer live actions de estos. Si no, recordemos el caso de Death Note.
Esta vez le tocó a Fullmetal alchemist, que recordemos, en sus inicios fue un manga escrito e ilustrado por Hiromu Arakawa en 2001, del cual en 2003 se comenzó a emitir la primera versión del anime de nombre homónimo para tiempo después realizarse Fullmetal Alchemist Brotherhood, versión que poseía un argumento mucho más fiel al manga.
La trama de Fullmetal a grandes rasgos comienza cuando Edward y Alphonse Elric, tras la muerte de su joven madre buscan tráela a la vida mediante el uso de alquimia. No logran concretar su cometido y como consecuencia Edward pierde dos de sus extremidades y Alphonse su cuerpo completo. A lo largo de la historia luchan para recuperarlos.
Ahora, hablemos de la película. El reparto protagónico de la película está constituido por Ryosuke Yamada, Tsubasa Honda y Dean Fujioka. Fue dirigida por Fumihiko Sori.
Ciertamente, el público objetivo de la película podrían ser dos, que de igual forma suelen converger: los fanes de Fullmetal en específico y los seguidores del anime y la cultura asiática en general, pero realmente no es recomendada para ninguno de ellos (sí, para todos aquellos que han leído el manga, visto ambos animes y de paso los OVAS) ya que suelen ser bastante exigentes y la película destruirá toda lógica existente en la trama original: las apariciones de los personajes no son en los lugares en que originalmente debiesen ocurrir, la película queda en la mitad de lo que se podría considerar la historian y en realidad ocurren más cosas dignas de destacar por “faltar”, pero para ello mejor vean el film.
Para quien desconoce la historia original le podría resultar una película entretenida, incluso chistosa por los efectos especiales que posee. También, para quien no sea muy exigente disfrutará con los poquitos personajes que verá a lo largo de la cinta, porque sí, se nota el esfuerzo de los actores por poseer parte de la personalidad de Edward, Winry o Hughes. Pero seamos sinceros, los seguidores de la animación japonesa suelen ser quisquillosos y no hay que culparlos, los grandes estudios de animación en parte son culpable de sus altas expectativas.
Realmente se agradece el hecho de querer hacer esta versión, de seguir ampliando lo que es la obra de Arakawa, sin embargo, para que estamos con cosas, realmente no le hace justicia.
Por Grace Aravena
