Les aseguro en esta primera oración, de lo que será mi comentario sobre la obra de Shaina Joy Machlus, que es el libro que debe estar en los veladores de todos. Mujeres, hombres, lectores y no-lectores, no podría enfatizar más en ello. Por lo que los invito a continuar leyéndome.
Es un texto que aborda por completo la cultura del consentimiento, nos lleva a aprender de forma clara y concisa sobre la educación sexual en su todo. Puedes abrir cualquier página y no estarás perdido, además de venir acompañado de ilustraciones llenas de color y diseño de la artista sueca Petra Eriksson.
Desde orientación sexual, género, feminismo, la cultura de la violación hasta cómo aprender a conversar manteniendo el consentimiento como la piedra angular. La narrativa de Shaina Joy Machlus toma conceptos que a la distancia parecen ser complejos de entender y luego los convierte en piezas tan sencillas de comprender que uno llega a preguntar, ¿cómo pude haber pensando que era complejo?
Esta guía llegó a mis manos hace dos semanas aproximadamente, no pude escribir sobre ella enseguida porque tuve que leerla con cariño y atención para poder sentir que era ya el momento de recomendárselas.
La violencia de género, sexual y la discriminación nos compete a todos. No solo a las feministas, si no que también a los hombres. Desde cómo el porno ha puesto la presión en ellos a cumplir, pasando por mantener ciertos estándares, hasta no poder mostrar sentimientos que los hagan ver débiles, son parte de la violencia de género. Que las mujeres deban satisfacerse con la penetración porque sí, es violencia de género, el daño que provoca no poder negarte a algo que no quieres, es violencia de género.
Hay que conocerse a sí mismo y mantener un diálogo constante con las personas. Vivir la cultura del consentimiento es luchar de forma directa con la cultura de la violación. Hay un capítulo que se tilda Información de emergencia que justamente habla de qué hacer si se sufre una agresión sexual, además sobre lo que uno puede hacer para ayudar a prevenir las violaciones.
Como si fuese una carta de invitación a leer, al comienzo del texto hay una nota de la traductora que enfatiza en cómo utilizar un lenguaje lo más inclusivo posible:
“Cuando buscamos los adjetivos que mejor nos ayuden a describir nuestros sentimientos, el tiempo o el cuerpo de un buen vino”.
Esta guía es brillante, fuera de explicar todo de la manera más amigable posible cuenta con un glosario completo de términos que nos ayudarán a comprender mejor todo lo que vamos a leer y releer. Es el norte definitivo, los invito a aventurarse en La palabra más sexy es sí, será la mejor decisión que puedan tomar se los asegura una lectora feliz.
Por Constanza Lobos