Un pueblo ignorante es un pueblo fácil de controlar. Impidiendo la lectura, el arte, la música y en fin, expresiones artísticas, se mantiene a la población en una oscuridad intelectual, impidiendo la creación de mentes autónomas y, por lo tanto, se puede manipular más libremente.
Del clásico de Ray Bradbury, Fahrenheit 451, HBO estrena una nueva adaptación. En una sociedad futurista distópica donde leer o incluso tener una mente que diverja de lo que está socialmente acordado se castiga de la manera más fuerte posible; ser expulsado de la sociedad, convertirse en un paria. Del director Ramin Bahrani, Fahrenheit 451 está protagonizada por Michael B. Jordan, como Guy Montag, Michael Shannon, como el capitán Beatty, y Sofía Boutella, como Clarisse McClellan.
Siguiendo en gran parte las ideas generales y principales del libro, esta película sin embargo aporta con elementos novedosos y modernos para acercar la historia a nuestros tiempos. Los libros e incluso arte, películas, música y la internet son fuentes de distorsión de la mente, que llevan al caos y al desorden, atentan contra el buen funcionamiento y es peligroso, algo que se persigue y se prohíbe.
Montag es un prometedor cabo del cuerpo de bomberos, que en este mundo se encargan de sostener este orden de oscuridad intelectual quemando libros o cualquier otra forma de expresión artística. No obstante, en una misión junto a su jefe el capitán Beatty conoce a Clarisse, una rebelde quien trabaja como informante. Poco a poco Montag descubre sobre su pasado y explora su lado disidente, que lo llevará a enfrentarse a todo lo que alguna vez defendió.
Cumpliendo con lo promete, pero sin ir más allá, esta nueva versión de Fahrenheit 451 funciona, logra entretener y enganchar con la trama, en este mundo distópico, masivo e iletrado, donde la manipulación de las masas es la constante y cómo se da la resistencia. Con buenas interpretaciones por parte del elenco se puede sentir en todo momento el conflicto constante en el que se encuentran los protagonistas, particularmente el capitán como el cabo, personajes que tienen mayor desarrollo en el filme, tanto su relación de mentor/aprendiz, casi de padre e hijo, pero también uno como individuos.
Si bien la película hacia el final pudo ser llevado menos apresuradamente, se aprecia un claro desarrollo de la historia y se entiende cómo funciona este mundo y cómo esto limita el desarrollo propio de la humanidad, reduciendo a la posibilidad de tener autonomía y en definitiva, una mente propia capaz de cuestionar y desafiar lo que ha sido impuesto.
Por Luis Umpierrez