En el mundo del cine hay muchas situaciones desafiantes para aquellos valientes que se atreven a caminar el sendero de la realización cinematográfica. Quizás uno de los desafíos más difíciles es tener la tarea de hacer un remake de alguna película considerada de culto. Este es precisamente el caso de la nueva adaptación de la famosa novela del maestro del terror, Stephen King. Hablamos de “It” (Eso), historia que ya fue adaptada a comienzos de los 90, con la memorable participación de Tim Curry como el payaso Pennywise, que de seguro les dio más de una pesadilla a los niños de aquellos años.
De la mano del director argentino Andrés Muschietti, llega la que será la primera parte de la historia de “El Club de los Perdedores”, enfocándose en su niñez y de cómo harán frente a este ente que no descansará hasta matarlos usando como arma sus peores miedos.
Desde que se anunció que It volvería a la pantalla grande, se discutió mucho sobre que tan necesario y que tan rentable sería aquel proyecto. Estas dudas crecieron aún más cuando Cary Fukunaga —uno de los jóvenes directores revelación de los últimos años, si no me crees sólo ve la primera temporada de True Detective—, quien además coescribió el guion, abandonó la silla de director para luego ser reemplazado por Andy Muschietti.
Bueno, déjenme decirles que It es un golazo de mitad de cancha del cine de terror. La película mantiene el respeto preciso por la obra original de King detallando con precisión de relojero las diferentes historias de sus protagonistas, sus miedos y la relación entre cada uno. Además, logra crear su propia versión de la estética de la novela, cambiando el año original de la historia, adaptándola a los años ochenta —cuando en el libro transcurre en los 50— otorgándole así elementos de aquellos años que contribuyen al dinamismo en el guion.
Ahora a lo importante. Hablemos del reparto… El Club de los Perdedores, conformado por Bill, Ben, Beverly, Richie, Eddie, Mike y Stan son la columna vertebral de la película y vaya que hacen un trabajo digno de aplaudir. Todos y cada uno de ellos logran retratar a la perfección la personalidad de sus personajes, haciendo que la audiencia se encariñe rápidamente con los siete, esto logra que nosotros seamos parte de la aventura también, es decir, nos asustamos, nos emocionamos y reímos con ellos. El guion aprovecha muy bien esto al cargar de una profunda emocionalidad las escenas más importantes de El Club de los Perdedores, donde la sensación de amistad entre ellos logra incluso aplacar el terror de las escenas de Pennywise. Esto, además, demuestra la gran química que hay entre todos ellos, lo cual es un mérito digno de señalar.
Por supuesto, lo más importante para el final. Bill Skarsgård es un increíble Pennywise, así de simple. Dejando de lado las diferencias tanto de apariencia como de personalidad con su predecesor Tim Curry, el Pennywise de Skarsgård es tan terrorífico como lo es grandioso, adueñándose completamente de cada escena en la que toma parte, tanto así que, en mi experiencia personal, cada vez que aparecía, el miedo era totalmente sobrepasado por la emoción.
Una vez que mezclamos las tremendas actuaciones tanto de los niños, como de Pennywise, tenemos que esta nueva adaptación de It mezcla de manera perfecta esos elementos clásicos del terror —la estética del antagonista, el miedo a través de lo desconocido y la soledad— con las técnicas más modernas, como los “jump scares”, que a diferencia del resto de las películas de terror, acá son pocos y muy bien justificados. Por otro lado, este remake definitivamente no tiene problemas con la sangre y la violencia —incluso infantil—, que, si bien no abunda, es parte fundamental tanto de la novela como de esta nueva adaptación.
Terrorífica, divertida y emocionante, “It” es una fiel adaptación de la novela de Stephen King que logra sacar el máximo partido a todos sus recursos para darnos así una de las mejores películas de terror en lo que va del año. Se las recomiendo al 100%.
Por José A. Pino