Siguiendo el relativo éxito que tuvo la película argentina El Hilo Rojo, protagonizada por nuestro compatriota Benjamín Vicuña y la argentina Eugenia “China” Suárez, y el escándalo que llenó portadas de farándula en ambos lados de la cordillera debido a la relación amorosa de ambos actores fuera de la pantalla, era lógico pensar que volverían a compartir pantalla en un nuevo film.
Este es el caso de Los Padecientes, donde Vicuña interpreta a un psicólogo y autor célebre que es encomendado por el personaje de Suárez a resolver el asesinato de su padre, quien se cree fue asesinado con ayuda del hermano de la protagonista, que sufre trastornos mentales.
La película es una adaptación de la novela homónima del psicólogo y también escritor Gabriel Rolón. El argentino figura como uno de los coguionistas de su propia adaptación cinematográfica, y es justamente el guion una de las primeras razones por la que Los Padecientes resulta poco convincente.
Los diálogos se notan forzados, poco verosímiles, lo cual hace que los mismos personajes resulten de la misma forma, es decir, parecen no necesitar motivación alguna para hacer lo que hacen, son como son porque sí. Los hilos del guion se ven claramente en las acciones, interacciones y reacciones de los protagonistas que toma superficialmente elementos del cine policial, el thriller psicológico y del psicoanálisis y los plasma en una trama que juega a ser intrincada, pero se logra ver a kilómetros de distancia.
A pesar de que Vicuña acá en Chile sea considerado uno de los buenos actores que tenemos, en Los Padecientes no logra apuntar bien la dirección de su personaje, que incluso tiene un extraño acento chileno-argentino, pero que al mismo tiempo tiene sus mejores momentos cuando no comparte pantalla con Eugenia Suárez. Eso sucede cuando el marketing le gana a las decisiones de cast.
A pesar de que tiene a favor un muy buen uso del lenguaje cinematográfico (fotografía, montaje, etc), Los Padecientes se queda corta en los elementos más importantes. Sin embargo, al ser parte del cine de masas, es posible que deje contentos a los seguidores de la pareja protagonista, y que sean capaces de dejar aquellos defectos de lado.
Por José A. Pino