Desde que supe que se realizarían la película inspirada en el libro de Brian Selznick
“La invención de Huego Cabret”, sentí curiosidad por conocer el libro
(editado en el año 2008 por Ediciones SM), el cual se presenta como una nueva experiencia de leer, al mezcla perfectamente preciosas ilustraciones, fotografías del pasado y textos. Finalmente lo leí y debo reconocer que disfruté mucho conociendo la historia de
Hugo, de su amiga
Isabelle y de su curioso
autómata.
El libro cuenta la historia de
Hugo Cabret, un pequeño huérfano que vive escondido entre los pasadizos secretos de una concurrida estación de trenes parisina, en donde debe utilizar todas sus destrezas y habilidades para arreglar y mantener en funcionamiento los grandes relojes que decoran la estación, evitando por todos los medios ser descubierto y así no ser enviado a un orfanato.
Hugo, al no tener comida ni dinero deberá robar para sobrevivir, pero su vida cambiará cuando conoce al viejo y uraño dueño de la juguetería de la estación.
Sin embargo, el principal objetivo de
Hugo es reparar un
autómata (una especia de robot que escribe solo gracias a engranajes que le dan movimiento) que rescató su padre desde un museo antes de morir y que según el muchacho oculta un mensaje dejado por su padre para él. No les contaré más sobre la historia para que cada uno lo descubra cuando lea y disfrute de esta novela.
La prosa del autor es
sencilla y
amigable, la historia no presenta grandes giros en la trama, ni mayores complicaciones, es un libro muy fácil y rápido de leer, ideal para lectores a partir de los 10 años. Sin embargo, entre las páginas de
“Hugo Cabret”, encontraremos un historia llena de
fantasía,
magia y
emotividad que enganchan desde el principio y de seguro les encantará.
Me gustó mucho la forma en que el autor mezcla situaciones y personajes de la vida real con elementos ficticios. Sin duda este libro los trasladará a un mundo en que la imaginación y los sueños tienen un papel protagónico y fundamental. También nos daremos cuenta de que
Brian Selznick hace un emotivo homenaje a
Georges Méliès, pionero en la industria cinematográfica de principios del sigo XX.
Los
personajes están muy bien construidos, cada uno tiene su personalidad definida y sus objetivos muy claros. Al ser pocos, no encontraremos personajes de relleno que alteren el desarrollo de la historia. Principalmente debo destacar a Isabelle y a
Hugo, quienes tienen una vida parecida, marcada por la pérdida de sus padres. Ambos serán los encargados de hurgar en el pasado para descubrir cual es el gran secreto que oculta el viejo juguetero.
No puedo terminar esta reseña sin destacar la
preciosa edición del libro, la letra tiene un tamaño y forma perfecta y las
ilustraciones son fantásticas. Mientras vamos dando vueltas las páginas es muy fácil ir imaginando los fotogramas de una película antigua, ya que cuadro a cuadro el autor nos va internando en este entretenido relato que no podrán dejar de leer.
Esta semana se estrena en
Chile la película que se inspira en esta novela, y que está dirigida por el reconocido cineasta
Martín Scorsese, cabe destacar también que es la película con más nominaciones al
Oscar de este año.
En definitiva,
“La invención de Hugo Cabret” es un libro entretenido, que nos presenta una nueva y original forma de leer y que nos envuelve en una historia emotiva y significativa que sin duda disfrutarán de principio a fin.
Recomiendo este libro a
todos los que quieran internarse en una historia mágica, que los hará soñar y creer que todo es posible. También para aquellos que les guste experimentar con nuevos formatos de lectura.
¡No se arrepentirán!.
Video Promocional
Trailer de la película
Sobre el Autor
Brian Selznick (1966, New Jersey, EEUU), apasionado de los niños, de la literatura infantil y de la pintura, vive entre Brooklyn (Nueva York) y San Diego (California).
Sus primeros estudios los realizó en The Rhode Island School of Design y tras graduarse comenzó a trabajar en la librería infantil Eeyore’s en Nueva York. Allí aprendió todo lo que sabe sobre libros para niños de mano de su jefe Steve Geck. Mientras trabajaba en la librería, también alimentó su pasión por el arte gráfico, pintando las ventanas de la tienda para fiestas y eventos.
Su primer libro The Houdini Box, que escribió e ilustró él mismo, fue publicado en 1991 mientras trabajaba en la librería. Desde entonces, ha ilustrado muchos libros para niños, incluido Frindle de Andrew Clements, The Doll People de Ann Martin y Laura Godwin, Amelia and Eleanor Go for a Ride de Pam Muñoz Ryan y The Dinosaurs of Waterhouse Hawkins de Bárbara Kerley, con el cual recibió el Premio Caldecott Honor 2001. Entre los libros que ha escrito, se encuentran El chico de las mil caras (The boy of a thousand faces) y El rey robot (The king robot), aunque La invención de Hugo Cabret es su obra más completa y a la que más tiempo ha dedicado.