El estreno de acción de esta semana es Asesino: Misión Venganza. Película protagonizada por Dylan O’Brien (The Maze Runner) y Michael Keaton (Birdman). La película está inspirada en la serie de libros de acción y espionaje del autor Vince Flynn.
Como una cinta típica del género de acción con suspenso y drama, nos presentan a Mitch Rapp (O’Brien) un agente encubierto de la CIA que se encuentra bajo las órdenes del veterano de guerra Stan Hurley (Keaton). El par recibe la misión de investigar una serie de ataques que han sufrido tanto militares como civiles. Bajo el comando de la Directora Adjunta de la CIA, los tres tendrán que unir fuerzas con un agente turco para detener una posible guerra mundial en el oriente.
La química entre O’Brien y Keaton, vuelven de una película común algo entretenido de ver. Las escenas de acción bajo el alero protagónico de O’Brien le entregan una frescura al arquetipo de héroe acción, el que está herido o roto, por dentro.
Mitch Rapp, en un comienzo es solo un estudiante de posgrado que va a proponerle matrimonio a su novia en la playa de Ibiza. Cuando de la nada un grupo de musulmanes terroristas disparan a los civiles que se encuentran en la playa. Su novia muere y así comienza la venganza de Rapp, la cual llamará la atención de la Directora Adjunta de la CIA, quien decidirá que quiere reclutar a Rapp en su equipo.
Sé que suena como algo que ya se ha visto miles de veces, pero aun así logra divertir al espectador con las explosiones de acción y suspenso que posee Asesino: Misión Venganza.
Aunque la película demuestre que se descarte la adopción de diálogo, encuentro estereotipado que otra vez el salvador tenga que ser un hombre blanco estadounidense (aparte de guapo), quien salve el día, como apreciación personal. Y pese a que la premisa se desenvuelva bien en lo que representa su género, a la mitad de la película se vuelve un poco confusa la historia.
Para los aficionados de buenas peleas, secuencias de acción y el suspenso que genera el espionaje en sí mismo, les recomiendo este largometraje. Cumple su función de deleitar y distraer al espectador en su duración.
Por Constanza Lobos