En su mayoría 2018 no es un año que destacara por su cine de calidad. Hemos visto como las ideas recicladas, el abuso de los efectos especiales y una buena parte de directores y guionistas no han estado a la altura de los que se esperaba de ellos; sin embargo, no todo ha corrido con la misma suerte. Particularmente el terror ha sido un género muy difícil de volver a tomarlo enserio, ya que se apuesta a lo seguro con repetitivos sustos sorpresa en lugar de contar historias que realmente nos hagan sentir y sufrir por los personajes que vemos a través de la pantalla. Es aquí en donde, de la mano de su directora Susanne Bier, Bird Box: A ciegas, llega para consolidarse como uno de los pocos filmes que han decidido volver a las bases del verdadero suspenso y terror: lo desconocido.
La historia nos cuenta como Malorie (Sandra Bullock), una pintora quien está a pocos meses de dar a luz se ve envuelta en lo que podría considerarse el inicio del fin de la humanidad. Conforme avanza la trama se refugiará con un grupo de sobrevivientes entre los cuales destacan Tom (Trevante Rhodes), Cheryl (Jacki Weaver) y el temperamental Douglas (John Malkovich) con los cuales buscará la manera de sobrevivir de aquello que está provocando muertes y descontrol por lo que parece ser todo el mundo. No pasará mucho tiempo hasta que descubran que la vista se ha vuelto un enemigo y cualquier error costará la vida de todos ellos.
Llegados a este punto es donde Bird Box: A ciegas poco a poco se va desprendiendo de los clichés del terror moderno y se centra en desarrollar metódicamente a la mayoría de sus personajes, especialmente a su protagonista, quien evoluciona y crece conforme debe superar su incapacidad para transmitir y recibir sentimientos no solo por ella misma, sino también por los que llegarán a ser su familia.
Además de contar con un excelente manejo de cámaras, Susanne Bier invierte nuestra percepción lumínica haciendo que los lugares más oscuros, normalmente asociados a las zonas de peligro, se vuelvan refugios contra los planos llenos de luz en los que el horror es más latente. Su fotografía es excelente y destaca especialmente en las zonas aledañas, en las cuales se puede apreciar aun más la desesperación de tener que maniobrar tanto en el suelo como en los rápidos con los ojos vendados.
La imaginación es el hogar de nuestros sueños y pesadillas; por lo que no deben esperar grandes revelaciones conforme al origen del caos en la historia, pues es esta historia, ya que no es la intención de su directora. Su trabajo radica en hacernos pensar qué haríamos si estuviéramos en esa situación y la estupenda actuación de Sandra Bullock lo consigue a cada minuto que pasa en el rodaje.
La historia nos cuenta como Malorie (Sandra Bullock), una pintora quien está a pocos meses de dar a luz se ve envuelta en lo que podría considerarse el inicio del fin de la humanidad. Conforme avanza la trama se refugiará con un grupo de sobrevivientes entre los cuales destacan Tom (Trevante Rhodes), Cheryl (Jacki Weaver) y el temperamental Douglas (John Malkovich) con los cuales buscará la manera de sobrevivir de aquello que está provocando muertes y descontrol por lo que parece ser todo el mundo. No pasará mucho tiempo hasta que descubran que la vista se ha vuelto un enemigo y cualquier error costará la vida de todos ellos.
Llegados a este punto es donde Bird Box: A ciegas poco a poco se va desprendiendo de los clichés del terror moderno y se centra en desarrollar metódicamente a la mayoría de sus personajes, especialmente a su protagonista, quien evoluciona y crece conforme debe superar su incapacidad para transmitir y recibir sentimientos no solo por ella misma, sino también por los que llegarán a ser su familia.
Además de contar con un excelente manejo de cámaras, Susanne Bier invierte nuestra percepción lumínica haciendo que los lugares más oscuros, normalmente asociados a las zonas de peligro, se vuelvan refugios contra los planos llenos de luz en los que el horror es más latente. Su fotografía es excelente y destaca especialmente en las zonas aledañas, en las cuales se puede apreciar aun más la desesperación de tener que maniobrar tanto en el suelo como en los rápidos con los ojos vendados.
La imaginación es el hogar de nuestros sueños y pesadillas; por lo que no deben esperar grandes revelaciones conforme al origen del caos en la historia, pues es esta historia, ya que no es la intención de su directora. Su trabajo radica en hacernos pensar qué haríamos si estuviéramos en esa situación y la estupenda actuación de Sandra Bullock lo consigue a cada minuto que pasa en el rodaje.
Bird Box: A ciegas no es la película de terror que vaya a revolucionar el medio ni por asomo, pero al igual que “Un lugar en silencio“ (A quiet place), se centra en el drama humano, la manera en la que personas se muestran a sí mismas enfrentadas a un terror que supera incluso su propio entendimiento, pero no sin llegar al extremo decadente de tantas otras distopías plasmadas en el cine. El mensaje es que no basta el sobrevivir si se desecha nuestra humanidad, que ante todo debemos vivir, con nuestros sueños y esperanzas, que por muy absurdas que parezcan, jamás debemos dejar atrás.
Sólo queda invitarlos a entrar a Netflix y disfrutar de una de las mejores películas de este año y que no solo los hará temblar, sino también seguir buscando un futuro mejor. Cabe destacar que la película está basada en la novela de Josh Malerman, publicada en 2014.
Por Sebastián Yáñez