Años atrás, Búsqueda Implacable catapultó a Liam Neeson como el nuevo héroe de las películas de acción. Muchas de estas seguían casi la misma fórmula: un tipo que perdía a alguien (o algo) y buscaba vengarse de los victimarios y lo hacía con genial destreza, dejando a su paso cuerpos y explosiones.
Venganza (Cold Pursuit) dirigida por el noruego Hans Petter Moland y Catherine Hardwicke, intenta funcionar como una suerte de parodia a este tipo de películas; y qué mejor que contar con Liam Neeson para ello.
Esta película en varios momentos no sabe que es una parodia y termina a veces tomándose demasiado en serio a si misma como para que aquellos momento de humor negro y sátira puedan entenderse como tal, dejando a la audiencia en una confusión donde no se sabe si hay que reírse o alejar la mirada. La presencia de Neeson es otro factor que no ayuda a evitar la confusión, pues la gente está acostumbrada a tomarlo en serio en cuando busca precisamente eso, venganza.
Entre asesinato y asesinato, la película nos va mostrando los nombres de los fallecidos al igual que en su versión original (Moland dirigió la versión noruega en 2014) al mismo tiempo que nos brinda extravagantes secuencias de acción y buenas cantidades de sangre.
Así que, más allá de la confusión, se pueden apreciar pasajes de genuina comedia mezclada con esa acción tan característica de este género. Además, hay que decirlo, Liam Neeson ya se volvió un experto en este tipo de papeles y que haga un mal trabajo parece imposible.
Por José A. Pino
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