Todos recordamos esas películas a comienzos de los 2000 que eran protagonizadas por Sandra Bullock. Comedias románticas con su dosis de drama y, sobre todo, con una mujer protagonista. Esta vez llega Jennifer López como Maya, una mujer en sus 40 que pelea contra el desigual trato que sufre la gente que no tiene títulos universitarios.
En un giro de eventos, ella logra una oportunidad para probar que tener conocimiento de “calle” es igual de invaluable.
El rol protagónico de López compone el carisma del filme. Su actuación es estándar, pero el papel que cumple logra levantar la calidad del largometraje en general.
La actriz posee una forma especial de dar vida a personajes sencillos, humildes y llenos de humor. No es un trabajo forzado y la naturalidad se agradece.
Los personajes son clichés. Hablar con insultos es una movida arriesgada porque después de tantas películas, es difícil traer algo novedoso a la mesa.
En términos de historia -ignorando la calidad del guion- Jefa por accidente nos impresiona al añadir un arco que en el tráiler no era tan visible. Estoy hablando de la relación madre-hija, un elemento clave del filme.
La esencia fundamental es la familia, lo que genera las escenas más conmovedoras de toda la cinta.
Si estás buscando una comedia dramática con uno que otro momento emocionante deberías ver esta película. De todas maneras recomiendo ir con las expectativas no tan altas.
Por Constanza Lobos
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