Lulú sueña con poder comer helados extragrandes todos los días y que los recreos del colegio se alarguen mágicamente, pero este año descubrirá que hay cosas que desea aún más: luchar contra las injusticias, lograr que Diego deje de molestarla y SOBRE TODO ¡convertirse en la primera presidenta de su curso! ¿Podrá confiar en sí misma y resistirse a la idea de hacer trampas para ganar?
“Existen pocas armas en el mundo
Que son tan poderosas como una niña
Con un libro en la mano”
Malala Yousafzai.
Así parte el nuevo libro de las autoras Josefa Araos y June García (Tan linda y tan solita), es dirigido al público infantil y está ilustrado por la artista Natichuleta (No abuses de este libro). En esta nueva historia Lulú quiere ser la presidenta de su curso, para ello buscará escuchar las peticiones de sus compañeros y hacer propuestas con el fin de tener un curso más entretenido.
Lo genial de este pequeño gran libro es que, a través de Lulú, se puede aprender a diferenciar lo que es correcto y lo que es dañino. Conceptos como la confianza, la burla, el egoísmo y el compañerismo revolotean alrededor de la palabra feminismo. En ningún momento se menciona la palabra feminista o feminismo, pero el modo en que está escrito permite convertir la historia de Lulú en un poderoso ejemplo de sororidad y valor.
Lulú quiere ser presidenta es un libro ideal para niñas y niños que deseen leer una historia diferente, entretenida y con un lenguaje totalmente amigable. Con palabras que son parte de nuestro día a día, es probable que para los más chicos sea un texto de sencilla lectura que no por ello deje de tener un mensaje potente.
Las dificultades que debe enfrentar una niña en el colegio son problemas que se traspasan a todas las generaciones. Además, se hace un sutil repaso por los roles de género que desde la infancia se instauran, como la noción de que solo existen secretarias mujeres.
El amor propio, la familia y la amistad mueven a Lulú a querer ser mejor persona, a no caer en trampas en busca de venganza. Hay diálogos de los papás de Lulú que consiguen traspasar las páginas y llegar al corazón del lector.
Todos hemos sido Lulú en algún momento de nuestras vidas y recordarlo no nos hará daño si no que, al contrario, nos recordará al niñ@ interior que aún tenemos. Y con mayor razón, será una adición notable para las generaciones más jóvenes que recién están comenzando a leer.
Sin dudas es una lectura recomendable para leérsela a los más chicos de la familia. Porque a veces los valores que damos por sentado terminan por cambiar nuestras vidas y las de otros. Todos tienen la posibilidad de tener el futuro que quieran y que no sea el género el que determine sus vidas, tal como Lulú que quiere ser presidenta.
Por Constanza Lobos
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