La adaptación al cine del libro John Bellairs llega a los cines esta semana de la mano de Cate Blanchett y Jack Black como sus protagonistas. Publicado en 1973, la historia parte con Lewis -un niño de diez años- que debe irse a vivir a la mansión de su extraño tío Jonathan, junto con su vecina la señora Zimmermann.
Lewis descubrirá que ellos son magos, pero al mismo tiempo escuchará un inquietante tic tac que resuena en las paredes de la casa ¿dónde está y por qué da la sensación de que algo horrible va a ocurrir?
Al tener como base un libro infantil de terror, la película logra mantener su esencia mientras realiza unos cambios para dar mayor contexto. La dinámica de Jack Black como el tío Jonathan con Cate Blanchett como la señora Zimmermann es espectacular. La acidez e ironía de sus constantes bromas e insultos son la cuota de humor necesaria.
Los personajes del libro están muy bien adaptados en la pantalla grande. La obsesión por el púrpura de la señora Zimmermann es adorable, fuera de ver las famosas galletas de chispas de chocolate en vivo y en directo.
En términos del villano, se hicieron retoques que entregan más información de fondo, lo cual se aprecia bastante. Los toques de miedo y suspenso aumentaron, logrando crear una atmósfera de tensión constante. Por momentos se pierde un poco el tono de la película, pero a medida que avanza se vuelve más sólida.
Es un filme familiar, que para los más pequeños será una divertida y terrorífica aventura mágica. Mientras que para los adultos será como volver a ser niños llenos de curiosidad. Es la película ideal para comenzar a prepararse para Halloween.
Por Constanza Lobos
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