Como parte de la amplia cartelera que nos ha traído el Santiago Festival Internacional de Cine (SANFIC), llega la aclamada nueva cinta del director Spike Lee (Malcolm X, El plan perfecto) El infiltrado del KKKlan (BlacKkKlansman), película que también tendrá su estreno fuera del festival en todos los cines del país.
Basada en hechos reales, la película cuenta la historia de Ron Stallworth (John David Washington), el primer policía negro de Colorado Springs, quien comienza una operación encubierta para infiltrarse en el Ku Klux Klan con la ayuda de uno de su colega Flip Zimmerman (Adam Driver).
Creo que una película con el nivel de calidad como la que tiene este filme da para partir con una atrevida predicción, porque no sería una sorpresa si llega a los próximos premios de la Academia con nominaciones a mejor guion, mejor montaje, mejor dirección, e incluso, mejor película.
Y es que El infiltrado del KKKlan lo tiene todo, un guion que explora una gran variedad de géneros con lo mejor de cada uno de ellos, una historia poderosa y que hoy en día resuena tan fuerte como lo habría hecho hace 40 años atrás. Comedia, suspenso, drama, todo orquestado con esa visión que sólo podemos esperar de Spike Lee, un erudito a la hora de enviar potentes mensajes a través de la cámara.
Con excelentes actuaciones de sus dos protagonistas, el filme se equilibra a la perfección entre relajación y la tensión gracias a un trabajo de montaje digno de reconocimiento. Cuando creíamos que la película había alcanzado su punto más alto, los últimos 20 minutos llegaron como un huracán y nos sacudieron hasta la médula con una catarsis difícil de olvidar.
El infiltrado del KKKlan es la razón por la que vamos al cine, para emocionarnos, para impactarnos, para reflexionar. Lo más probable es que estemos hablando de ella hasta febrero del próximo año.
Por Constanza Lobos y José Pino
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