Seamos honestos, desde Infinity War todo ha sido un desastre y todos tenemos más preguntas que respuestas, una de ellas: ¿Dónde estaba Scott Lang? Lo que viene siendo la secuela de la película del 2015 hoy no nos decepciona.
Creo que definitivamente es una película inteligente y graciosa, que logra llegar a la altura de su predecesora. Siguiendo la misma fórmula, lo genial de Ant-man and The Wasp es que no es pretenciosa, ya que es en su propia burla e ironía donde muestra porqué es una pieza única del MCU.
Así como Black Panther marcó un antes y un después, lo mismo ocurre con el largometraje de Peyton Reed. Ambas obras son tan distintivas entre sí y respecto al resto de los filmes que componen el universo cinematográfico. De hecho, esta película marca el fin de la fase 3 del MCU. Y sí, veremos algo - sin entrar en detalles - de las consecuencias del trabajo de Thanos.
Los protagónicos a manos de Paul Rudd y Evangeline Lilly logran conseguir un dúo infernal y hecho a la medida. La ligereza de Rudd en contraposición de la fiereza de Lilly logra generar una química tremendamente adictiva. Michelle Pfeiffer es una presencia inolvidable.
Visualmente Ant-man and the Wasp alcanza un nivel superior, el trabajo de la dirección de arte y fotografía se ven reflejados en el nivel subatómico donde deben rescatar a Janet (Pfeiffer).
Claramente no se vayan de la sala de cine al comenzar los créditos, esta es una regla de oro, aunque hasta el día de hoy aún veo a personas quebrantarla. No lo hagan.
Por Constanza Lobos
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