Muchos todavía añoran el cine de terror de hace 40-50 años; ese que nos dio clásicos como “El bebé de Rosemary”, “El exorcista” o “La profecía” sólo por mencionar a algunos. Afortunadamente para esas personas, y también para los amantes del terror en general, hoy jueves se estrena “El Legado del Diablo” (Hereditary) una gran película que recuerda a esas grandes obras de antaño, pero manteniendo el estilo del terror moderno.
La historia trata sobre la familia Graham, donde Annie (Toni Collette) tendrá que sobreponerse a la pérdida de una madre cuyos problemas mentales no la dieron una infancia muy agradable. Muy pronto, los miembros de la familia comenzarán a percatarse de que la presencia de la abuela sigue entre ellos.
No es muy común ver películas de este género que tengan un sello de autor tan marcado como El Legado del Diablo. Su director Ari Aster toma los elementos más comunes, la casa, los niños, el demonio, las posesiones, y las mezcla de una manera tan original como espeluznante, creando así una historia que cuando nosotros vamos, ésta ya viene de vuelta, casi como riéndose en nuestra cara.
Dentro de todas las características de esta película, hay dos que son las que más llaman la atención: su duración y el manejo de la tensión. Con 128 minutos de metraje, El Legado del Diablo a veces pareciera estancarse principalmente entre el final del segundo acto y el tercero, donde en mucho tiempo pasa muy poco en comparación con el resto del filme.
Sin embargo, el mayor punto a favor de esta película sin duda es la forma en que construye tensión. Sin necesidad de lo que en inglés llaman “jump scares”, la atmósfera es creada a punta de información y desinformación reflejada tanto en el tratamiento visual como en el sonoro y que, si bien lo más seguro es que no te hará saltar del asiento, sí te mantendrá con los nervios de punta durante casi todo el filme con un par de escenas altamente perturbadoras.
Punto aparte son las actuaciones. Todo el reparto está impecable, pero sin duda el broche de oro se lo lleva Toni Collette con una tremenda actuación que hace imposible no palpar todo el espectro emocional por el que atraviesa su personaje.
En fin, aun si todavía estamos en junio, es seguro decir que El Legado del Diablo va a quedar como una de las mejores películas de terror de este año. Si son amantes del género es imposible perdérsela.
Por José A. Pino
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