Contra los hijos de Lina Meruane vuelve a las librerías gracias a la reedición en extenso de Penguin Randon House. Apareció por primera vez el año 2010 de manera breve, en la revista Etiqueta Negra, pero no sin causar revuelo por la tesis que sostiene sobre cómo el ser madre es una nueva forma de coartar la libertad de las mujeres.
En este ensayo diatriba, Lina se encarga de revisar y analizar exhaustivamente los discursos culturales que promueven la preeminencia de los hijos, llevándolos a ocupar un lugar despótico en el siglo XXI. Esto lo realiza a partir de que identifica a un ángel maléfico que es el mensajero de la procreación y que recorre la consciencia de las mujeres. A partir del lenguaje y los discursos que imperan hoy en día, la autora examina el retorno de este ángel que parecía extinto, que llama imperiosamente a la prolongación de la lactancia, la crianza intensiva y a una larga lista de prescripciones que debiesen seguir las madres.
Lo interesante de Lina Meruane es que logra descifrar en la procreación y la crianza “responsable” de los hijos, una dominación a las mujeres que proviene de la sociedad y de las políticas públicas. Por esa razón, leer Contra los hijos es atingente, porque es capaz de rescatar aquellas prescripciones que los propios sujetos obligan a cumplir a las mujeres. Por ejemplo, no es raro el hecho de que en redes sociales aparece un centenar de madres, de todas las edades, que se toman la atribución de dar “consejos” o criticar a las demás, de acuerdo a lo que observan en fotos o publicaciones. La frase “mamá luchona” se ha hecho fama en plataformas virtuales como Facebook o Instagram. Se les atribuye a aquellas mujeres que lo dan todo por sus hijos, muchas veces postergándose a sí mismas por el cuidado de los niños. Pero, también ha servido para criticar a aquellas que después de cumplido el pre y post natal, vuelven a sus lugares de trabajo, o también para condenar a quienes no desean o no pueden amamantar a sus hijos.Así, se desencadena la culpa materna de no ser lo que el resto espera de las madres.
En primera instancia, este ensayo resulta polémico porque la autora analiza un tema y actores tan intocables en nuestra sociedad como es la maternidad y los hijos, pero es una reflexión necesaria para uno de los temas peor discutidos, del cual el trabajo de Lina Meruane deriva en observaciones sobre la discriminación laboral de las mujeres, el estatuto de la pareja contemporánea y también los sistemas educativos de nuestro país.
Contra los hijos, no es un escrito de odio hacia los niños ni a las madres, sino que va más allá de eso, puesto que pasan a ser parte de la manipulación que la sociedad y política patriarcal ejercen sobre las mujeres. No verlo de este modo sería desconocer el verdadero análisis y sentido de este ensayo.
La grandiosidad de Lina Meruane radica en que se apropia de los discursos para censurarlos o injuriarlos y así desentramar el objetivo para el que operan. Leer un ensayo de este tipo nos hace agradecer el efecto de visibilidad que tiene sobre nosotras. O mejor dicho, la autora nos quita la venda de los ojos y nos hace, una vez más, cuestionar la cultura que opera constantemente sobre nuestros cuerpos y nuestras mentes.
Por eso, leer Contra los hijos es hacernos un favor a nosotras mismas para entender el lugar que ocupamos a vista de los discursos culturales, y así poder elegir cuál es el espacio que queremos para nosotras.
Por Belén Gajardo
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