Ambos se conocen desde que son niños y Abbie (Gugu Mbatha-Raw) de una forma muy particular le hace saber a Sam (Michie Huisman) que le gusta. Con el paso de los años su relación se fortalece a tal punto que deciden casarse y es poco tiempo después que ella se entera que tiene cáncer, en etapa Terminal.
Y nadie más que tú (Irreplaceable You) cuenta la historia de una joven pareja que tenían todo planificado desde pequeños, pero que no contaban con la prueba que les pondría el destino y donde más que enfrentarse a la enfermedad de ella, se ven enfrentados a un cambio total y repentino de planes, dándose cuenta que ellos no pueden hacer nada por cambiar el estado de la enfermedad para seguir con sus proyectos. Este punto es el que más preocupa a Abbie, quien busca dejar parte del futuro de Sam sin ella listo, pues su mayor preocupación es que él quede solo y escoja mal.
La película es narrada de una forma en que ya sabes el final y trae a la memoria varias películas que usan esta metodología para atraer al espectador, punto que juega a favor también en este caso, ya que el espectador está atento a cada hecho y personaje que va dando forma al desenlace.
Abbie muestra el cáncer de una manera que estamos poco acostumbrados a ver, en donde el resto va por sobre ella. Sin duda, es una película cargada de emociones, en donde empatizas con ambos personajes principales y te encariñas con los secundarios.
Realmente esta película original de Netflix deja un gusto agradable, es todo lo que uno espera de un film romántico sumado a una moraleja que ya hemos visto en más de una ocasión, pero que no molesta volver a ser recordada. Además, dentro del reparto están Christopher Walken, Kate McKinnon, Jacki Weaver y Steve Coogan, actores a los cuales es digno mencionar.
Por Grace Aravena
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