En el mes del amor Netflix nos sorprende con nuevas series y películas en donde este prima. El pasado 9 de febrero se estrenó Cuando nos conocimos (When we first met), cinta dirigida por Ari Sandel y protagonizada por Adam DeVine y Alexandra Daddario.
La historia comienza cuando Noah (Adam DeVine) se encuentra en la fiesta de compromiso de la chica que le gusta y su pretendiente. Noah conoció a Avery (Alexandra Daddario) durante la noche de Halloween en el año 2014. Hoy, tres años más tarde, ella está a punto de casarse con Ethan (Robbie Amell).
Triste, deprimido y luego de salir de una buena borrachera, Noah decide ir solo a la misma cabina de fotos en donde, tras conocerse con Avery, ambos se fotografiaron. Acá es cuando descubre que luego de echar las monedas la cabina le permite viajar en el tiempo y despertar justo en el día 31 de octubre de 2014: día en que conoce a Avery.
La película trata dos temas sumamente clichés: los viajes en el tiempo y la friendzone, en la cual el protagonista se ve envuelto y aproblemado desde un inicio, sin embargo, en la mitad de la película la trama da un vuelco que no deja de impactar hasta el final.
La película trata dos temas sumamente clichés: los viajes en el tiempo y la friendzone, en la cual el protagonista se ve envuelto y aproblemado desde un inicio, sin embargo, en la mitad de la película la trama da un vuelco que no deja de impactar hasta el final.
Devine logra traspasar al espectador sus frustraciones, penas y actos desesperados dejando en claro que más allá de viajar en el tiempo y tratar de arreglar sus errores, lo que uno quiere no siempre es lo que uno necesita. La hora y media que dura el film es capaz de dejar conforme al público, ya que al ser un tema bastante abordado en el cine, la película busca entretener y además dar una mirada diferente a una situación común en la vida de muchos adolescentes y adultos jóvenes y cómo enfrentarla sin morir ebrio en el intento.
Por Grace Aravena
Una película ligera, pero no del toda agradable a mi parecer, la actuación el actor Adam DeVine fuerza demasiado caer bien, además el personaje es un verdadero egolatra, que no se da cuenta lo que pasa a su entorno, a su amigo. Una película que a ratos aburre.
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