Esta película es dirigida por los hermanos Spierig y está inspirada en hechos reales. Trata de la conocida Mansión Winchester, la que fue construida en 1902 por Sarah Winchester (Helen Mirren), una millonaria heredera del negocio de los rifles Winchester, y quien estaba convencida de que los fantasmas acosaban a su familia, por lo que decidía encerrarlos en las múltiples piezas de esta mansión que no dejaba de ampliarse, llegando a construir más de 160 habitaciones. Aquí aparece nuestro protagonista Eric Price (Jason Clarke), un connotado médico quien está en un duelo por una muerte reciente, y a quien se le encarga hacerle una evaluación sicológica a Sarah para demostrar que está demente y así quitarle el control de la empresa Winchester.
Una famosa casa embrujada promete terror y una historia con un tinte más sobrio al estar ambientada en el siglo XX, pero no hay mucha fortuna en el resultado final. La historia sí consigue transitar por un terreno seguro, pero termina siendo demasiado. El desarrollo de ambos personajes principales comienza bien, pero se va volviendo intrascendente con el correr de los minutos. Se intenta usar el trasfondo emocional de Eric para darle un sentido a su aventura con fantasmas, pero al final en gran parte de la película lo único que mueve al conflicto es lograr que Eric crea en este mundo sobrenatural, y es poco interesante por cómo está propuesto en su cinematografía. Desde el terror hay screamers predecibles y poco novedosos, y tampoco hay una sensación de terror sicológico porque todos los diseños de los fantasmas y el trabajo en las escenas se sienten genéricos.
De todas formas, tiene el valor de sostener su historia sin incoherencias y con un cierre que no deja cabos sueltos en la vida de los protagonistas. Será plana como experiencia, pero se nota que intenta equilibrar lo familiar con el suspenso, quedándose a medio camino, pero sin ser agresiva, lo que puede jugarle tan a favor como en contra. Al final todo dependerá de tus propias expectativas con el terror, y también por conocer esta leyenda de una mansión que existe hasta el día de hoy, por más que sus fantasmas ya no asusten como solían hacerlo. La Maldición de la casa Winchester ya está disponible en las carteleras nacionales.
Por Andrés Leiva
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