Durante el 2015, en cines chilenos se estrenó la película Paddington, la historia sobre un pequeño oso proveniente de Perú, que de alguna manera llegó a Londres a buscar una familia y con ello, una mejor vida. En esta ocasión, llega su esperada secuela: Paddington 2.
Paddington, en familia y siendo un miembro activo de la comunidad en Windsor Gardens, continua con su típica torpeza y su sándwich de mermelada de naranja bajo su sombrero. Su tía Lucy, cumplirá 100 años y claramente Paddington quiere hacerle un regalo de agradecimiento que refleje todo lo que ella ha hecho por él.
El regalo lo encontrará en la tienda de antigüedades del Señor Gruber, no será uno muy barato por lo que se embarcará en diversos trabajos para juntar el dinero, cuando de repente el libro es robado y Paddington se convierte en el principal sospechoso.
La obra sigue manteniendo a su espléndido elenco, con actuaciones de Sally Hawkins, Hugh Bonneville, Ben Whishaw, Julie Walters y esta vez, como nuevo integrante se nos une el espectacular Hugh Grant. Se los digo desde ya, Hugh Grant en este papel lo hace todo, desde cantar hasta bailar ¡Una bomba de entretención! La cinta nuevamente es dirigida por Paul King (VII).
Puedo decir con seguridad que lo que más me cautivó es cómo cada pequeño detalle de cada personaje se vuelven piezas de un elaborado puzle. El cual una vez terminado brilla por su ingenio y por esa cálida sensación que deja, siendo como espectadores, testigos de algo sumamente bello.
Es una película apta para cualquier edad, desde la curiosidad propia de los niños pequeños a la más pura nostalgia de los ancianos. Creo que hay momentos en el cine donde gracias a personas brillantes, logran existir este tipo de películas que tocan la fibra más íntima de uno. Ver tanta película de acción, thriller, comedia, etc. A veces, nos hace olvidar lo que una simple y encantadora historia de familia, coraje y modales puede provocar en nosotros.
Rara vez las secuelas han superado a sus originales, este es el caso puesto que todo lo que se hizo bien en Paddington, se perfecciona en Paddington 2. La cinematografía es preciosa, el delicado trato que posee se refleja de principio a fin en la pantalla. El guion sigue logrando sorprender y producir esa pequeña chispa interior que todos llevamos, aunque nos olvidemos que tenemos.
Ambas películas son adaptaciones de los libros de Michael Bond, quien alcanzó a ver la primera de Paddington antes de fallecer. Y con esta secuela se rompió el récord del sitio de críticas de cine de Rotten Tomatoes, convirtiéndose en la película mejor reseñada en la historia.
Es un filme que lamentarán perdérselo, por eso vayan a verla, sea en familia o por su cuenta. Porque vaya que es impresionante el disfrute de ver al querido Paddington de vuelta en sus andanzas.
Por Constanza Lobos
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