The Sinner (La pecadora) es una de las series de Netflix más aclamadas del último tiempo. Narra la historia de Cora Tannetti (Jessica Biel), una mujer aparentemente normal que por motivos desconocidos apuñala a un hombre en la playa de un lago con el cuchillo con el que pelaba la pera de su hijo. Hay múltiples testigos, incluido su esposo, Mason (Christopher Abbott), que la vieron cometer el homicidio. Ella misma está bañada en la sangre. Un caso cerrado.
Pero la gente normal no apuñala a otra persona así como así. El detective Harry Ambrose (Bill Pullman) verá un misterio, una oscuridad, en Cora que todos omiten. Tiene que haber algo más ¿Lo hay? ¿Existe algo tan potente como para desvirtuar unas circunstancias tan evidentes?
La serie transcurre en esa búsqueda de lo no dicho. La historia, para los personajes y para el espectador, se reconstruye a través de fragmentos que se desarman, se quiebran, se interpretan y se vuelven a reconstruir en una forma completamente distinta. Los recuerdos de Cora, tan difusos y caóticos, permiten especular, culpar, equivocarse. Se puede jugar a hacer un esfuerzo por saber qué pasó realmente. Muy buena en el género thriller-policial.
La actuación de Jessica Biel y Bill Pullman son un elemento determinante para la calidad de la serie. Es posible comprometerse con los mundos oscuros en que se mueven ambos, compadecerlos u odiarlos. Culparlos. En el caso de Biel es muy interesante el trabajo del maquillaje para presentar una mujer ordinaria en una situación extraordinaria de vulnerabilidad y desolación.
The Sinner como una gran película, lo que se agradece a la hora de terminarla y quedar con sensación de satisfacción (y no un “oh, no, ¿en serio?” Y a esperar un año para ver qué pasa). Es auto-conclusiva y devoradoramente envolvente, por lo que prepárense para verla de un tiro y para cuestionar todas sus primeras impresiones. Cabe destacar que la serie está basada en el libro de Petra Hammesfahr.
Por Adriana Villamizar
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