En un país que aún se mantiene en su mayoría conservador, series como Big Mouth son la piedra angular para hablar de sexualidad en la adolescencia. ¿Por qué? Porque Big Mouth, creada por Nick Kroll, logra mostrar con humor y sin tapujos, el paso a la adolescencia y todo el desastre hormonal que es.
La historia se enfoca en 3 amigos adolescentes Nick, Andrew y Jessi, y en cómo el “Monstruo hormonal” llega a cambiar radicalmente sus vidas. Literalmente, el “Monstruo hormonal” es una criatura que personifica todos los cambios, deseos y miedos del paso a la adolescencia.
La comedia animada de Netflix logra cautivar a la audiencia presentándole la cruda y tragicómica verdad de los cambios que todos hemos pasado. Con distintos tipos de escenas, bizarras o tensas, la cantidad de humor y drama es totalmente perfecta.
Con un gran elenco que da voz a los diversos personajes, desde Jordan Peele (director de Get Out) a Maya Rudolph, Fred Armisen y más.
Big Mouth destaca por lograr abrir la discusión sobre los típicos temas tabúes de la sociedad respecto a la adolescencia. Cada episodio toca diferentes y delicados temas, como la primera masturbación, menstruación o sentir la presión social de tus compañeros de curso.
Viendo cada episodio, pensé en lo mucho que me hubiese gustado ver esta serie cuando era adolescente. Hay tantos temas que uno nunca pregunta por vergüenza o miedo, que al final ¿Cuántas veces tuvimos que arreglárnoslas solos?
Sobre todo, en una sociedad que cada vez vive más acelerada y sexualizada. Y que aún no posee una buena educación sexual escolar, poseemos esa ironía en la realidad de hoy ¿Y qué mejor que tener educación sexual a través de una comedia animada?
Y una gran mención de honor, a las discusiones de anatomía, de inseguridad física, el miedo a crecer y cambiar muy rápido y muchos más temas que son contingentes. La recomiendo muchísimo, puede que por momentos sea incómodo, pero al final del día, son discusiones que se deben hacer.
Sin olvidar mencionar, que tanto para Nick y Andrew hay un monstruo hormonal masculino y para Jessi una monstrua femenina. Y vaya que hacen reír, acompañándolos en sus cambios.
La serie consta de 10 capítulos y actualmente está disponible en Netflix. Aclamada por la crítica, ya confirmó que tendrá una segunda temporada. Esperemos que sea tan buena como esta.
Por Constanza Lobos
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