Lo irregular de la saga del “Dios del trueno” logra su punto más sabroso en esta tercera entrega, donde el entretenimiento ocupa un papel tan importante que puede tomar por sorpresa incluso a los más familiarizados con Marvel Studios. Atrás quedan los intentos fallidos por oscurecer una trama que no siempre necesita de aquello, y aunque no les guste a todos, hoy queda demostrado que la comedia en el cine de superhéroes no merece críticas tan ácidas. Taika Waititi es un director que viene a dejar su huella en este gigantesco universo cinematográfico, y lo hace con harto humor, con buenas dinámicas de personajes y sin olvidar el requerimiento de los fans. Todos esperábamos con ansias el regreso de Hulk, o también conocer nuevas facetas de Loki, uno de los mejores villanos de Marvel, y las sensaciones generales son absolutamente positivas, asumiendo que la película funciona como una extensión de una fórmula conocida.
No es para esperar una trama compleja, ni grandes puntos de giro, pero al fin podemos disfrutar de una historia que no debe sacrificar la autenticidad para ser divertida. Con eso me refiero a que pese a seguir sintiéndose Marvel, llena de referencias al universo cohesionado y liviana como pocas, al menos consigue engrandecer el universo de Thor con más cariño de lo que estamos acostumbrados, y además de James Gun (quien le tiró hartas flores a esta película), pocos otros directores han logrado ese efecto en el estudio. Asgard está en grave peligro por culpa de “la Diosa de la Muerte”, Thor termina prisionero en un planeta desconocido y su reencuentro con Hulk parece tan peligroso como entretenido. Decir más de la historia es innecesario, porque podemos predecir fácilmente hacia donde irá la cosa. Lo positivo es que todo el resto de elementos que le dan vida al relato se sienten cuidados y bien pensados, alejándose lo más posible de la lamentable Thor: El mundo oscuro.
Comenzando por las visuales, nos encontramos ante un mundo rico en posibilidades, con un arte variado y colorido. Desde la fotografía también hay virtudes, hay escenas muy bien filmadas, especialmente en comparación a lo que nos entrega Marvel. La música también hace lo suyo, con similitudes a lo de Dr. Strange pero con arreglos electrónicos que le dan una frescura genial a la película. Pero en los personajes está el verdadero cuerpo, y todas las inclusiones protagónicas y secundarias están justificadas y además bien trabajadas entre ellas. La relación de Thor con Loki es muy graciosa, ni hablar de lo que ocurre con Hulk. El arco de Bruce Banner está tan interesante que parece imposible no exigir su regreso al cine en solitario. Y cómo obviar el estreno de Jeff Goldblum en Marvel, simplemente perfecto para el carisma del personaje al que interpreta. También tenemos un nuevo personaje femenino, se trata de una valkiria (Tessa Thompson), quien más allá de instalarse como un posible interés romántico de nuestro protagonista, consigue ganarse un valor en sí misma. Es un buen aporte, al igual que la mayoría de los presentes.
¿Y qué tal Cate Blanchett como villana? La verdad nada mal. Se entiende que su inclusión es sólo una excusa para que el divertido viaje de los personajes exista, pero en ningún momento desentona en esa intención. Es infantil pero carismática, y todas sus apariciones son las que se requerían. En relación a eso, es importante decir que no hay demasiada evolución en el personaje de Thor. Su padre, Odín (Anthony Hopkins) tiene su rol en ese aspecto, tal como en las películas anteriores, pero el enfoque mayor de este Ragnarok es más bien lograr alinear a los distintos personajes para conseguir una suma de poder que pueda contra una villana tan poderosa. En ese sentido, el último acto es tan satisfactorio como podríamos esperar, y todos los detalles narrativos que se crean desde el comienzo se utilizan con inteligencia y permite un cierre que no decae, el mal más frecuente en el género. En consecuencia, Thor: Ragnarok resulta ser una película muy entretenida, equilibra una exagerada dosis de humor con un ritmo consistente, con variadas referencias cinematográficas que buscan darle algo de identidad y además con una suma de personajes que dan ganas de volver a ver en conjunto. Cualquier fan de las películas de Marvel probablemente amará esta secuela, y a los no tanto al menos no creo que la pasen mal, las dos horas se pasan volando. Se las recomiendo. Thor: Ragnarok se estrena este jueves 26 de octubre en todos los principales cines del país.
Por Andrés Leiva
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