Basada en hechos reales, este jueves se estrenó a las salas de cine de nuestro país Princesita, la nueva película de Marialy Rivas (Joven y Alocada). En esta oportunidad nos presenta un drama, inspirado en el caso de una familia en Chile que fue encarcelada en el año 2012, cuyo padre era el líder de un culto religioso que aseguraba que su hija traería al mundo al Salvador que evitaría el temido apocalípticos. El rol del líder de la secta lo interpreta el actor Marcelo Alonso, a quien ya hemos visto en otras producciones hacer muy bien el papel de abusador. La protagonista de Princesita es la joven Sara Cabello, en ella recae el peso de la película, destacando en su interpretación.
La película está ambientada en el sur de Chile, allí vive Tamara (12 años). La niña ha crecido en un culto liderado por el carismático Miguel (Marcelo Alonso), a quien Tamara adora. Ese verano la niña recibirá la misión de su vida: tener un hijo santo con Miguel. En este oscuro cuento de hadas, Tamara se dará cuenta que lo que parecía un paraíso se transformará en un infierno, y la desobediencia vendrá con un costo que marcará violentamente su paso de niña a mujer.
La película está ambientada en el sur de Chile, allí vive Tamara (12 años). La niña ha crecido en un culto liderado por el carismático Miguel (Marcelo Alonso), a quien Tamara adora. Ese verano la niña recibirá la misión de su vida: tener un hijo santo con Miguel. En este oscuro cuento de hadas, Tamara se dará cuenta que lo que parecía un paraíso se transformará en un infierno, y la desobediencia vendrá con un costo que marcará violentamente su paso de niña a mujer.
Si bien la idea central de la película me pareció increíble, esta no fue tratada con el cuidado que se merecía, siento que faltó material para presentarnos una historia más completa y con detalles que se pasaron por alto. Me quedé con ganas de conocer más sobre el culto, sobre sus integrantes, sobre los compañeros del colegio de la niña, la profesora, etc... Si bien los protagonistas (Marcelo Alonso y Sara Cabello) lo hicieron muy bien en su interpretación, hubo aspectos del guion que me resultaron un tanto confusos. El ritmo de la película tampoco es muy fluido, es más bien pausado, sin grandes momentos de impacto. Lo que me gustó mucho fue la fotografía, las escenas están bien cuidadas, los paisajes son muy bonitos y varias escenas luminosas dignas de una postal (Como la foto de arriba que aparece aquí en esta reseña).
Princesita es una película que busca provocar y debo reconocer que lo consigue en parte, principalmente con el final, hay una escena que no los dejará indiferentes.
Princesita es una película que busca provocar y debo reconocer que lo consigue en parte, principalmente con el final, hay una escena que no los dejará indiferentes.
Por Gustavo Hernández
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